Usan inhibidores de cierres de puertas en salideras bancarias

Merodeaban la zona bancaria o las casas de cambio. Elegían a su víctima cuando salía de alguna sucursal y según el vehículo que abordaba. Ante la presunción de que había retirado dinero, seguían a la persona a la que iban a robar hasta que esta detenía el vehículo. En ese momento, el sospechoso encendía el emisor de la señal de baja frecuencia. Con su cómplice, esperaba a que el dueño del rodado descendiera y activara el mando a distancia del cierre de puertas. Al creer que el vehículo estaba cerrado, el propietario se retiraba y dejaba el dinero, convencido de que estaba seguro.

Entonces, los ladrones que acechaban a la víctima abrían sin problemas la puerta del rodado y revisaban hasta encontrar el dinero que el dueño de la camioneta había retirado minutos antes de la casa de cambio o el banco.

Con esta metodología que tenía como elemento clave un inhibidor de cierre a distancia de las puertas de vehículos, una banda de delincuentes robó más de $1.500.000 en seis meses. Ese grupo también dejó en evidencia que los delincuentes que se dedican a robar los elementos que la gente deja en los vehículos trasladaron la modalidad a ciudades del interior bonaerense.

Hace algunos meses, las bandas dejaron de robar en los estacionamientos de centros comerciales del Gran Buenos Aires, donde lo máximo que obtenían como botín eran tablets o celulares.

Ahora, los delincuentes usan estos aparatos para cometer salideras bancarias en el interior bonaerense. Buscan el dinero que productores agropecuarios y comerciantes retiran de bancos, casas de cambio o cooperativas.

Esta semana, efectivos de la Dirección Departamental de Bahía Blanca (DDI) de la policía bonaerense apresaron a un ladrón que se dedicaba a robar con inhibidores de señal de mando a distancia.

Según fuentes de la investigación, el sospechoso y un cómplice habrían concretado al menos cinco robos en los que se apoderaron del dinero que las víctimas dejaron en los automóviles mientras realizaban otros trámites. Uno de los hechos que le adjudicaron al acusado ocurrió en Tres Arroyos, el 27 de septiembre pasado.

A partir de la investigación encarada por funcionarios de la fiscalía de Tres Arroyos y los policías bonaerenses se determinó que los sospechosos siguieron a un productor agropecuario que había retirado $265.000 de la Cooperativa Obrera.

Cuando la víctima llegó a Maipú 47, estacionó su camioneta y, antes de retirarse, activó el mando a distancia para cerrar las puertas.

No lo sabía, pero a pocos metros lo vigilaban dos delincuentes, estacionados a bordo de un Volkswagen Vento blanco. Uno de ladrones llevaba un handy que usaba como inhibidor de la señal de baja frecuencia, un poco más potente que la que utilizan los controles remotos.

El malviviente esperó a que el dueño de la camioneta se alejara, se dirigió al vehículo y abrió la puerta sin forzarla. Luego revisó el interior del rodado y debajo del asiento encontró el sobre con los $265.000 que el productor había retirado de la cooperativa.

Una vez que se apoderó del dinero, ambos asaltantes huyeron rumbo a Bahía Blanca. Sin modificar la metodología, ambos sospechosos usaron el inhibidor para cometer varios robos en la mencionada ciudad.

Detectives de la DDI de Bahía Blanca comenzaron a cruzar información de robos ocurridos en la zona. Los investigadores determinaron que cerca de los vehículos robados merodeaba un Volkswagen Vento blanco.

A partir de esta pista, los policías lograron apresar a un sospechoso que habría sido identificado como Ricardo Daniel Salazar, de 31 años.

En uno de los tres allanamientos realizados en Bahía Blanca, los investigadores policiales secuestraron el Volkswagen Vento blanco, patente MIQ 609, que fue grabado por las cámaras de seguridad cerca de los vehículos que fueron robados.

Dentro del Vento, los detectives hallaron una pistola calibre 380 con dos cargadores y 50 municiones. Además, los uniformados encontraron el handy con frecuencia policial que los delincuentes usaban para conocer los movimientos de los efectivos y para bloquear las señales de los mandos a distancia de los cierres de puertas.

Un hombre buscado

Fuentes de la investigación indicaron que el sospechoso tenía tres órdenes de captura activas por robos agravados.

El año pasado, efectivos de la policía bonaerense desbarataron al menos siete grupos delictivos y apresaron a trece delincuentes que se dedicaban a robar los objetos guardados dentro de automóviles que estaban estacionados en la vía pública o en centros comerciales.

Según fuentes policiales, todos los sospechosos usaban aparatos que pueden obtenerse en sitios de compra en internet por no más de $1000 y que sirven para inhibir el cierre centralizado de los vehículos.

En esta modalidad delictiva, el ladrón aprovecha el descuido del propietario del vehículo. Debe tenerse en cuenta que cada automóvil tiene una llave codificada que funciona en una baja frecuencia de radio. La gente está acostumbrada a descender del rodado, accionar la tecla del mando a distancia del cierre centralizado e irse, convencida de que dejó el automóvil cerrado y con la alarma activada. Sin embargo, los delincuentes pueden bloquear esa señal para impedir el bloqueo de las puertas.