Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires: la rebelión de los productores. Abrieron las compuertas por la fuerza
Vecinos del partido de Rivadavia tomaron esa determinación, pese a la oposición de los técnicos de la Dirección de Hidráulica
LA PLATA.- El regreso de las lluvias y la enorme presión del agua sobre los cascos urbanos realimentó ayer la alarma en el noroeste bonaerense, donde varias poblaciones quedaron aisladas, las rutas interrumpidas y las defensas a punto de ser vencidas por la corriente.
La desesperación y la insuficiencia de las respuestas oficiales empujaron a los habitantes del partido bonaerense de Rivadavia a marchar unos 40 kilómetros bajo una intensa lluvia, con una férrea determinación: abrir -pese a la oposición de la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas- las compuertas de un canal para permitir el escurrimiento de las aguas que amenazan a varias poblaciones, incluida la cabecera del distrito, América, donde la inundación ya ganó algunos barrios.
En este partido, los pueblos de Sansinena -400 habitantes-, González Moreno y San Mauricio -200 pobladores- están aislados y debieron ser evacuados casi en su totalidad. En tanto, corren peligro de inundarse Fortín Olavarría, de 600 personas; Roosevelt, de 200, y Sundbland, de 90, al sur del distrito.
Tomaron los bancos
La movilización se inició por la mañana, cuando unas 2500 personas recorrieron el centro de América. Los manifestantes tomaron simbólicamente las sedes de tres bancos y paralizaron la actividad del comercio y del municipio en reclamo de ayuda para afrontar las pérdidas, que afectan el 70 por ciento de su territorio.
"Ya no se trata de salvar los campos, sino de proteger a nuestros pueblos y nuestras ciudades", arengó el presidente de la Sociedad Rural de Rivadavia, Daniel Mayoral, durante un discurso pronunciado frente a la intendencia.
Al reclamo de los productores se sumaron ayer comerciantes, docentes y vecinos, que entregaron en las entidades financieras un petitorio solicitando la suspensión de las intimaciones y ejecuciones bancarias, el recálculo de las deudas de los productores y exenciones impositivas para el comercio y la industria local.
La petición se dirigió especialmente al Banco de La Pampa, al que se le pidió que suspendiera el secuestro de herramientas a los productores.
En el escrito se requirió la "urgente presencia de las autoridades provinciales" y la realización de obras de protección a las poblaciones del distrito, así como la apertura del canal a Vidaña -al sur del partido en el límite con Trenque Lauquen-, adonde al mediodía se dirigió la caravana.
En camiones y camionetas, más de 1000 personas atravesaron caminos vecinales hasta llegar al lugar y, tras permanecer algunas horas a la espera de una infructuosa comunicación oficial, decidieron romper los taponamientos y dejar correr el agua hacia Trenque Lauquen.
"La inundación de varios pueblos, que es lo que ahora hay que salvar, puede evitarse con la apertura de esta compuerta y la rotura de los tapones del canal que trae el agua del río V para que drene", dijo el intendente local, Sergio Buil, que ayer encabezó la marcha y se quejó porque "la provincia no nos ha ayudado; no envió maquinarias ni camiones".
Para el director provincial de Saneamiento y Obras de Hidráulica, Angel Maydana, "la apertura de esa vía no aportará soluciones técnicas". El funcionario negó que el gobierno provincial haya descuidado Rivadavia: "Allí hay un trabajo permanente que no se puede desconocer".
Maydana detalló a LA NACION que se realizan tareas sobre la ruta 70, en González Moreno, aunque reconoció que "con la enorme cantidad de lluvia caída y el ingreso de agua del río V, la situación es muy comprometida".
En tanto, el fiscal Julio Rifai tomaba intervención en una causa abierta por un grupo de periodistas del diario La Opinión, de Trenque Lauquen, que denunció haber sido agredido por los manifestantes.
Cortes en rutas
En tanto, las municipalidades de General Villegas y Carlos Tejedor, junto con autoridades provinciales de Hidráulica, dispusieron el corte (rotura del asfalto) de rutas para permitir el escurrimiento del agua que amenazaba los cascos urbanos.
En General Villegas se interrumpió la ruta provincial 33 para facilitar el pasaje rápido de las aguas que ponían en peligro parte de las defensas de la ciudad cabecera, informó el intendente local, Gilberto Alegre.
"Se decidió cortar la ruta, que corre en forma perpendicular a una de las defensas de la ciudad, porque hay riesgos", explicó. El corte, que mantendrá la ruta cerrada al tránsito durante varios días, aliviará las defensas al permitir que baje el agua y ceda la presión, según explicaron voceros de la comuna.
En la municipalidad de Carlos Tejedor se realizó ayer el mismo trabajo en dos tramos de la ruta 226 y en las vías del Sarmiento. En Tejedor permanecen aisladas las localidades de Timote y Colonia Seré, y se hará un nuevo corte a la ruta provincial 70 para evitar que las aguas sigan amenazando la ciudad.
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