La crisis energética: primer reconocimiento del Gobierno. Admitió Cristina Kirchner que hubo 50.000 cortes de luz
Dijo que las interrupciones de anteayer afectaron a más de un millón de personas, y reconoció que los problemas continuarán; ayer volvieron a producirse cortes, especialmente en el área metropolitana
La presidenta Cristina Kirchner admitió que anteayer se produjeron 50.000 cortes de energía simultáneos que dejaron sin luz a unos 303.000 usuarios de la región metropolitana. Esto significa que alrededor de 1,2 millones de personas padecieron la interrupción del servicio en una jornada en la que la sensación térmica había trepado a 42°.
De esta manera, la Presidenta reconoció por primera vez la existencia de una crisis energética, aunque evitó hablar en esos términos. Dijo que la situación se originó en los “rigurosos cambios climáticos que afectan el planeta” y en “estos días insólitos” que vive la ciudad.
Ayer volvieron a producirse cortes en todo el país, especialmente en la Capital y el conurbano bonaerense. Se multiplicaron las quejas de los usuarios, y anoche hubo un cacerolazo en el barrio de Caballito.
La Presidenta precisó que la interrupción del servicio de anteayer afectó al 5,87% de los 5,1 millones de usuarios de las tres principales distribuidoras de electricidad. En enero del año pasado el porcentaje de afectados había sido sensiblemente menor: 0,63%. Cristina Kirchner instó a hacer un “uso racional de recursos”, al reconocer que van a estar “cada vez más comprometidos”.
En una polémica medida, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, instó a que los encargados de los edificios (los porteros) informaran a las dos principales empresas distribuidoras de energía eléctrica, Edenor y Edesur, sobre el uso de los aparatos de aire acondicionado en los hogares. El objetivo, se explicó, es poder prevenir una eventual sobresaturación del servicio.
Con la admisión presidencial de los cortes, por primera vez en los últimos cuatro años, se reconoce oficialmente que existen problemas en el suministro de electricidad para abastecer a los hogares, tal como habían advertido numerosos especialistas del sector.
En los últimos días, la red funcionó al límite de su capacidad, como consecuencia de la fuerte demanda registrada en los domicilios y, en menor medida, en el sector industrial. En el invierno pasado, el Gobierno había exigido a la empresas racionalizar el consumo de energía, contrariamente a lo que sucede ahora, cuando el eje es el usuario residencial.
"Para el usuario que se queda sin luz o sin agua su problema es de una dimensión humana que no lo solucionamos diciendo que hubo un pico de demanda energética, la profundidad, números y cifras. Al hombre o a la mujer que le faltó la luz o el agua es en definitiva una dimensión humana, así sea él sólo el que tenga el problema y que exige una actitud diferente por parte de todos", dijo la Presidenta.
A pocas horas de haber regresado de El Calafate, la mandataria utilizó ayer el atril de la Casa de Gobierno, como solía hacerlo su esposo, para referirse a temas coyunturales. Aunque el acto había sido convocado para el lanzamiento de un plan ambiental en la cuenca del río Salí-Dulce, con gobernadores y parte del gabinete nacional, Cristina Kirchner dedicó casi todo su discurso a la crisis energética.
Incidente
En un momento, hizo referencia a un incidente en una central de energía situada en la Costanera Sur. Allí, en la madrugada del lunes pasado, la voladura de una chapa provocó una drástica reducción del servicio.
La Presidenta expresó desde el atril que "se debió, tal vez, a una actitud negligente, que podía haber matado a alguien y que, durante unos cuantos días, ocasionó problemas a la distribución y, por supuesto, a los usuarios y consumidores".
Aunque no lo precisó en el discurso, se trata de la Central Costanera, de la española Endesa, situada detrás del casino flotante, junto a lo que era la ciudad deportiva de Boca Juniors. La chapa voladora, al parecer cayó sobre uno de los tres transformadores que tiene el ciclo combinado, con lo cual, la producción se derrumbó, de 700 a 500 MW diarios. Endesa dijo ayer que se trató de un "accidente", que ya se había solucionado y que se estaba entregando energía en forma habitual.
Momentos previos a la palabra de la mandataria, la agencia oficial de noticias Télam había emitido un cable que decía: "La operación del sistema estuvo a la altura de las grandes ciudades europeas" y que el suministro eléctrico del área metropolitana había superado "con éxito" la demanda record. Télam atribuyó esos conceptos a "fuentes gubernamentales".
Como se dijo, ayer siguieron los cortes de luz. Los barrios de Caballito, Palermo, Villa del Parque y Belgrano en la Capital, sufrieron suspensiones en el suministro de entre 3 y 9 horas. En el conurbano, las interrupciones alcanzaron a Hurlingham, Lanús, Olivos y San Isidro, entre otros.
Los reclamos de los usuarios recogidos ayer por LA NACION dieron cuenta nuevamente no sólo de cortes de luz, sino también de bajas y subas de tensión que provocaron la avería o el mal funcionamiento de artefactos hogareños.
Aunque las empresas de electricidad hasta ayer habían negado deficiencias en el suministro y habían adjudicado los cortes a problemas puntuales, ayer eso cambió: "Edenor informa que a raíz de las elevadas temperaturas, con una seguidilla de varios días con sensación térmica superior a los 40 grados, la red eléctrica resultó altamente exigida, provocando algunos problemas en el suministro de energía", dijo la firma en un comunicado. Y agregó: "Edenor pide disculpas a los usuarios afectados y se compromete a redoblar sus esfuerzos para solucionar futuros inconvenientes".
En tanto, en Edesur también admitieron problemas al reconocer que el servicio estuvo "sobreexigido" por la fuerte demanda en los hogares.
"No queda duda de que fueron los acondicionadores de aire y, ahora, a diferencia de los que ocurrió en el invierno, el problema es domiciliario", dijo una fuente de esa empresa.
El umbral del colapso
Anteayer, la demanda de electricidad se ubicó apenas por debajo de los 18.000 megavatios, valor considerado el umbral antes de que el sistema colapse. "Si el Gobierno no hubiera llamado a algunas industrias para que paren hubiera explotado todo", dijo una fuente del sector que prefirió no ser identificada.
Consultados por estos inconvenientes, voceros de Edenor expresaron: "Fue un día normal, con las cosas típicas de cualquier jornada... ya se cerraron los episodios de los últimos días cuando estuvo más complicado. Todos deseamos que no haya otro día de 43 grados". Según esta empresa, ayer hubo 150 usuarios "como máximo" sin luz en toda su jurisdicción, en el Norte de la ciudad y del conurbano.
Cambio de lámparas
En tanto, ayer comenzaron a distribuirse en varios municipios del conurbano bonaerense y en ciudades del interior como Rosario, Santa Fe y Córdoba las lámparas de bajo consumo que integran el plan oficial Uso Eficiente de Energía, que incluyó el adelantamiento de la hora a fin del año pasado.
En los lugares donde se repatieron, los vecinos debieron entregar a cambio igual cantidad de lámparas incandescentes y firmar una planilla que le acercaron empleados de las empresas prestatarias.
"Yo quiero luz, no quiero lamparitas", increpó una señora al repartidor que le tocó en suerte en la provincia de Buenos Aires.
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