Nueva versión del "cuento del tío". Advierten sobre estafas con falsos escribanos
En nombre de un notario, a última hora del viernes envían un cadete a empresas para cambiar un cheque por efectivo
Cuando llega la última hora del viernes y los bancos están cerrados, llaman a empresas y a profesionales haciéndose pasar por sus escribanos de confianza. Conocen los nombres de secretarias, contadores y socios. Con absoluta naturalidad, pero con el pretexto de una emergencia, les piden cambiar un cheque que será cobrado por jóvenes mensajeros, que ignoran tanto el ardid como la identidad de sus empleadores.
Para cuando alguien percibe la estafa, ya es demasiado tarde y el dinero se ha ido.
Los primeros engaños de este tipo comenzaron hace más de un año, pero hoy suman al menos dos casos por semana. Por eso, el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires decidió alertar a empresas y a profesionales sobre esta modalidad de estafa con cheques falsos, en la que los delincuentes invocan el nombre de escribanos relacionados con las firmas para cambiar documentos fraguados por dinero en efectivo.
Rita Menéndez, secretaria de la institución, indicó que las estafas se están volviendo muy recurrentes, por montos que van de los 2000 a los 7000 pesos.
"Se repite el mismo modus operandi , sin llamadas al azar y con absoluto conocimiento de las escribanías y las empresas: se hacen pasar por secretarias, socios e incluso por el escribano, así como también manejan los nombres de los empleados de las compañías", relató a LA NACION.
Para Menéndez, los delincuentes aprovechan la confianza que la sociedad deposita en la figura del escribano, especialmente los empresarios y profesionales con los que tratan diariamente.
"En esos casos, es difícil que las empresas devuelvan la llamada para corroborar el pedido, y no hablo solamente de pymes: también cayeron compañías importantes", explicó la representante de los escribanos.
Un reconocido notario con oficinas en el microcentro porteño relató a LA NACION una de las seis experiencias que tuvo en su despacho: "Un viernes llamaron a uno de mis socios de parte de otra escribanía, para solicitar que les recomendaran algún ejecutivo de confianza en una sociedad de bolsa con la que tuviera trato frecuente. Luego, telefonearon a ese ejecutivo en nombre de mi socio y le solicitaron como un favor si les podían cambiar un cheque por 2000 dólares. Sabían todos los nombres que tenían que saber y se manejaban con absoluta naturalidad. En la sociedad de bolsa, que trabaja permanentemente con mi escribanía, nunca dudaron de que se trataba de una urgencia, y le entregaron el dinero a una joven que vino con el cheque. Sólo se dieron cuenta del engaño cuando nos llamaron para saber si habíamos recibido la plata".
Argumentos
Las excusas para describir la urgencia son variadas. Según Menéndez, el supuesto empleado explica que el escribano está de viaje, sufrió un accidente o un robo, o que no puede utilizar el teléfono.
"A veces dan un celular que nunca atiende las llamadas, lo que queda explicado por la emergencia. Otras, hasta puede llegar a atender un falso escribano disfónico", graficó.
En los casos en que se pudo descubrir la maniobra, los delincuentes no fueron hallados. Sucede que los jóvenes que van a cambiar el cheque son contratados de manera informal, a través de un aviso en Internet o en los diarios, y desconocen el delito en que quedan involucrados.
"Los supuestos empresarios que los contratan les dicen que no tienen su oficina en la ciudad y acuerdan un pago semanal para que gestionen trámites", dijo el escribano, a partir del relato de uno de estos jóvenes que fue aprehendidoin fraganti .
Una vez contratados, a los gestores les encargan trámites ordinarios, como la búsqueda de formularios en la AFIP o en la Anses, hasta que, generalmente un viernes, modifican la rutina y los citan en algún bar para entregarles el cheque que deberán cambiar. Una vez que cumplen la tarea, los vuelven a llamar para obtener el dinero, esta vez en otro lugar.
Bien cubiertos
"Seguramente, los siguen durante este último encargo, porque cuando hemos dado aviso a la policía los supuestos empresarios no se presentaron a recibir la plata", relató el escribano.
Si bien la labor de los cerebros de este tipo de estafas se puede hacer artesanalmente, averiguando uno por uno los nombres de empleados de escribanías y de las empresas que trabajan con ellas, el peor de los escenarios sería si alguien hubiera accedido a las bases de datos del Consejo de Escribanos.
Menéndez negó que eso hubiera podido ocurrir y sugirió como hipótesis que los delincuentes han intervenido las líneas telefónicas de los escribanos o empresarios.
Antes, la misma táctica, pero a la inversa
- Años atrás, la estafa se hacía en sentido opuesto. Los delincuentes llamaban desde las empresas para solicitarles a sus escribanos, también ante una urgencia, que les cambiaran cheques. Tras los primeros casos, el Colegio de Escribanos alertó a sus miembros y la situación fue controlada. Hoy les resulta difícil advertir a todas las empresas. Sucede que la maniobra denunciada tiene variantes y los operadores, en el fragor diario, no advierten el engaño. Además, nunca se repiten los nombres ni las caras de quienes cambian los cheques porque generalmente son chicos que no conocen el delito.
Cómo operan
- Horarios: las maniobras generalmente se planean para los viernes a última hora o cuando los bancos ya están cerrados.
- La llamada: todo empieza con una llamada supuestamente de parte del escribano de la empresa o de su secretaria, en la que piden, como un favor urgente, cambiar un cheque por efectivo.
- Un emisario: luego mandan a un cadete, que generalmente no conoce el trasfondo de la cuestión, a cambiar el cheque.
- Estructura: en algunos casos la policía fue advertida y se llegó a detener a alguien, pero hasta ahora nunca dieron con las personas organizadoras del ilícito. Siempre cayó solamente el emisario.
- Montos: en general, el falso escribano solicita el cambio de un cheque de montos pequeños, de entre 2000 y 7000 pesos. Sin embargo, hubo casos de estafas con cifras más grandes.
- Excusas: quien llama para solicitar el favor siempre aclara que el escribano se encuentra en una urgencia o que se encuentra de viaje para evitar preguntas y dejar el camino liberado para el emisario.
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