Aguer asumió en La Plata como arzobispo coadjutor
Reemplazo: sucederá a monseñor Carlos Galán cuando éste se retire de la conducción de la arquidiócesis local.
LA PLATA.- Anoche asumió como arzobispo coadjutor de esta ciudad monseñor Héctor Aguer, de 55 años, en una ceremonia celebrada en la Catedral y presidida por el arzobispo local, monseñor Carlos Galán.
Al juramento canónico asistieron el vicepresidente de la Nación, Carlos Ruckauf; el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio; el nuncio apostólico, monseñor Ubaldo Calabresi, y el secretario general del Episcopado, monseñor José Luis Mollaghan, entre otros.
Durante el acto, Aguer aseguró que se empeñará en "revitalizar las comunidades de la arquidiócesis, en la evangelización de la cultura, en la preocupación efectiva por los pobres, los enfermos, los que sufren".
El arzobispo coadjutor fue designado directamente por el Papa para que acompañe las acciones eclesiásticas y pastorales, y suceda al arzobispo Carlos Galán cuando termine su labor en la arquidiócesis local.
"Cuando esté llegando a los 75 años, que será el 31 de mayo del 2000, será el momento de presentar mi renuncia. Entonces, monseñor Aguer, que es más inteligente y hábil que yo, me reemplazará", admitió recientemente monseñor Galán.
Monseñor Aguer es porteño y nació el 24 de mayo de 1943. Estudió en el seminario metropolitano de Villa Devoto y recibió la ordenación sacerdotal el 25 de noviembre de 1972.
En los últimos seis años se desempeñó como obispo auxiliar de Buenos Aires, por decisión de Juan Pablo II, y es miembro de la Comisión Episcopal de Fe y Cultura. En 1989 fue designado prelado de honor de Su Santidad.
En forma paralela a la acción pastoral, monseñor Aguer fue subdirector de la revista católica Sapientia. Actualmente conduce dos programas radiales y participa en un programa de televisión por cable.
Conocimiento adecuado
El arzobispo coadjutor de La Plata dijo en el acto que desea adquirir un conocimiento adecuado, exacto y diligente de su nueva jurisdicción.
"Quiero conocerla en su realidad compleja y cotidiana, con nuevo interés, mediante el estudio y el trato asiduo con su gente", agregó.
Señaló que en los próximos meses se dedicará a recorrer la arquidiócesis local, porque "no se ama lo que no se conoce, pero se conoce mejor aquello que se ama".
Sobre monseñor Galán, a quien reemplazará, dijo: "Cuando era un seminarista imberbe, aprendí a mirar con respeto y admiración su figura sacerdotal". Finalmente, subrayó "el valor de su oración, de su trabajo y de su sufrimiento por la Iglesia".
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