Alberto Samid cruzó a activistas veganos: "¿Qué vamos a comer, lechuga?"
Este domingo se celebró el Día Mundial del Veganismo y ayer, por este motivo, se realizó una marcha desde la Plaza de Mayo hasta el Obelisco para dar luz sobre esta cuestión. En este contexto, el empresario Alberto Samid debatió con activistas veganos y, si bien reconoció que en un futuro "puede ser que se busquen nuevos alimentos", lanzó: "¿Qué vamos a comer, lechuga?".
En Intratables, el activista Ticiano Vilardi explicó que el veganismo "pretende que se erradique la esclavitud de los animales no humanos porque, actualmente, con ellos sucede lo mismo que sucedía con los humanos hace 200 años: se los considera objetos". Y subrayó que eso "genera injusticias, sufrimiento, explotación, la mutilación y el asesinato de miles y millones de animales todos los años". Para él, eso es "antiético", "de igual forma que lo era la esclavitud o que la mujer no tenga derecho a votar".
Según dijo Samid, se trata de "un tema interesantísimo" y de "una discusión que hay que dar porque, en cierta forma, tienen razón". De todos modos, analizó: "Hay que tener en cuenta que hoy el mundo, con 8 mil millones de habitantes, no tiene proteínas para suplantar la carne de vaca, pollo, cerdo, cordero y pescado. ¿Qué vamos a comer, lechuga?". Para él, "si se dijera 'a partir de mañana no se come más carne', tendría que desaparecer la mitad de la población".
Sobre esta cuestión, Malena Blanco, activista de Voicot, contradijo a Samid y señaló que "la mayor cantidad de proteínas y de calorías que se consumen a nivel mundial no vienen de la carne, sino de los vegetales: un 83% de las proteínas y un 78% de las calorías vienen de los vegetales y, el resto, que viene de los animales, devasta todo".
En línea con esto, Blanco remarcó que "la Argentina estuvo incendiada por expandir la frontera agropecuaria", y enfatizó que la pandemia del coronavirus se produjo como resultado del modo en el que la sociedad se vincula con el mundo y al hecho de que se coman animales.
Por su parte, Vilardi resaltó que "hay estudios científicos que dejan en claro que se puede alimentar al mundo sin el ganado, que se puede suplir la proteína animal por la vegetal y que la ganadería es la principal causa de deforestación, de derroche de agua dulce y de extinción de animales y vegetales, y que es la segunda industria en producción de gases de efecto invernadero". "Hay un millón de motivos por los cuales la ganadería debería dejar de existir", sentenció el activista, y apuntó contra Samid al decirle: "Hay evidencia científica de sobra para darse cuenta de que usted está un poco desactualizado".
De todos modos, el empresario admitió que se debe modificar el modo en que se cría a los animales. "Con lo que sí estoy de acuerdo, y es una lucha que vengo haciendo hace mucho tiempo, es que es inmoral, a partir de este siglo, cómo se cría a los pollos y cerdos. El pollo está 24 horas con luz, viven sacrificadamente. Los cerdos, igual. Está muy mal, la verdad, como criamos a los animales. No es como en otra época que los animales estaban en el campo. Tenemos que volver a eso".
En ese sentido, dijo que "ha luchado toda su vida para que no se maten vacas preñadas". "Lo único que logré es que les pongan una multa a los frigoríficos", se lamentó. "La culpa es del productor, pero lo hacen a propósito porque la venden por kilo y así pesa 200 kilos más", siguió. Y crítico: "El nuestro es el único país del mundo que mata vacas preñadas, a punto de parir, y ese es un tema que sí hay que dar".
Sin embargo, pese a reconocer estos puntos, fue duro con la comunidad vegana, y lanzó: "Ellos son el 9% y le quieren imponer al 91% lo que tiene que hacer. El 91% nunca hace marchas contra el 9%". Enfático, continuó: "¿Dónde se equivocan ellos? Van a la Rural, donde hay 3 o 4 generaciones de gente que lo único que sabe hacer es criar animales. Si van ahí, van a buscar conflicto. Tienen que hacer un trabajo político yendo a los colegios a explicar sus razones y, con el tiempo, puede ser que el mundo busque otro alimento".
Vilardi retrucó los dichos de Samid, y marcó que es "extremadamente cruel que se los mate aunque se los críe en libertad". Entonces, subrayó: "No existe una forma ética de justificar el asesinato de alguien que no quiere morir, de mutilar a alguien que no quiere ser mutilado y de torturar a alguien que no quiere ser torturado".
Y la activista disparó: "Si es algo que vos creés que se puede y que está bien hacerlo, ¿podríamos entrar a filmar a tus establecimientos y a los establecimientos que vos conocés así la gente lo ve con sus propios ojos y decide qué es lo que lleva a su boca?".
Esquivando la pregunta, Samid respondió: "Ustedes no empezaron ayer, el veganismo empezó hace mucho tiempo. Ser vegano es muy caro. Ustedes saben el valor que cuesta la leche de almendras. En un país como el nuestro, los alimentos para ser vegano salen 5 veces más". Mientras los activistas negaron que eso sea cierto, el empresario continuó: "Posiblemente tengan razón, pero este es un trabajo que hay que hacer despacio y que tienen que ir llevando de a poco. Yo no creo que sea tan fácil como dicen ustedes". Y remató: "En África faltan proteínas".
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