Analizan los antecedentes del piloto que decapitó a su esposa
Investigan si era habitual que practicara maniobras peligrosas en los vuelos
SANTA FE.- Walter Cecchini, de 35 años, el piloto de un avión fumigador que el jueves pasado embistió de frente el vehículo que manejaba su esposa, María Nancy Núñez, de 45, que falleció decapitada, en jurisdicción de la localidad de Cristophersen -363 kilómetros al sur de esta capital- será procesado por homicidio culposo y lesiones, pero, por el momento, continuará en libertad, según aseguraron a LA NACION fuentes judiciales.
Además, la Justicia analizará los antecedentes del piloto, teniendo en cuenta que diferentes testigos habrían comentado públicamente que no era la primera vez que efectuaba una maniobra tan riesgosa, incluso frente al vehículo de la familia.
Los dichos de la acompañante de Núñez, Mirta Aparicio, poco antes de la fatal colisión ("este loco nos va a matar"), abonarían la hipótesis de la práctica frecuente de estos movimientos. Varios pilotos de la zona admitieron que los vuelos rasantes son habituales, incluso para sorprender a amigos o a compañeros de labor.
Otra instancia que se evaluaba en fuentes relacionadas con la investigación era anoche la conducta de Cecchini. "¿Por qué, si era consciente de lo sucedido, no realizó un sobrevuelo de evaluación y luego descendió? Además, ¿por qué llamó por celular al hospital de Cristophersen para preguntar si alguien había resultado herido en un accidente, cuando tenía plena conciencia de haber sido protagonista de aquél?", eran los cuestionamientos más escuchados ayer.
Un pueblo conmocionado
El accidente todavía acapara los comentarios en San Gregorio, una pequeña pero típica población agropecuaria del extremo sur santafecino donde residía esta acomodada familia vinculada con las actividades del campo.
Según relatos a los que pudo acceder LA NACION, el avión circulaba de Norte a Sur, a una velocidad cercana a los 150 kilómetros por hora. En el lugar del accidente, la ruta provincial 14 presenta una pronunciada hondonada, la que, sumado al viento del cuadrante este y a la avenida de árboles que identifican el acceso a la estancia Santa Marta, pudieron -según otros pilotos de la zona- haber producido un "pozo" de aire que impidió la reacción de ascenso a tiempo para evitar la colisión frontal con el rodado.
Fue así que el Cessna piloteado por Cecchini golpeó primero el capot del Honda Civic que guiaba su esposa y, luego, con su rueda izquierda atravesó el parabrisas, destrozó el volante y golpeó duramente el mentón de la mujer. Instantáneamente se produjo el estallido de la masa encefálica y su muerte.
La aeronave perdió la rueda izquierda y, a unos 700 metros, descendió en una pista habilitada. El coche terminó en la cuneta.
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