Inseguridad en la ciudad. Asaltaron el tradicional restaurante Edelweiss

Tres hombres armados se llevaron el dinero de la caja y el de veinte clientes; se frustró un robo en Michelangelo

31 de diciembre de 1998

Ni el tradicional restaurante Edelweiss quedó a salvo de la ola de asaltos a restaurantes de la ciudad de Buenos Aires.

Anteanoche, tres hombres armados irrumpieron en el local, situado en pleno centro porteño, y se llevaron una importante suma de dinero de la caja, además de robar las pertenencias de unos veinte comensales.

El hecho ocurrió poco después de las 23.30 del martes, cuando los delincuentes ingresaron en el restaurante de Libertad 431 y, mientras que uno saqueaba el dinero de la caja registradora, los restantes despojaban a los clientes del efectivo, tarjetas de crédito y joyas.

Según informaron fuentes policiales, los asaltantes actuaron como profesionales y con llamativa coordinación y rapidez. Luego de obtener el botín, huyeron en un Volkswagen Gol, donde un cuarto cómplice los esperaba.

El asalto ocurrió en pocos minutos, sin que se registraran incidentes o víctimas entre los comensales, según agregaron fuentes de la comisaría 3a., de la Policía Federal, que se hizo cargo de la investigación del hecho.

Edelweiss es clásico reducto de artistas, políticos y miembros del espectáculo. Personajes como Graciela Borges, Enrique Pinti o Hugo Sofovich suelen frecuentar su sala, que abrió al público en 1931.

Además, son muchos los que, luego de asistir a una función en el cercano Teatro Colón, terminan la noche en el reconocido establecimiento.

El martes último, por caso, varios clientes llegaron al local, luego de disfrutar del concierto de fin de año que ejecutó la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.

"Es la primera vez que pasa algo así. Jamás nadie se animó a tocar este lugar", expresó - sorprendido- el gerente del local, Guillermo Pérez.

Luego de esta breve declaración, el hombre se encerró en un mutismo absoluto y se dedicó a repetir: "No sé nada, acabo de llegar". A continuación, invitó a La Nación a retirarse de allí.

No obstante, vecinos del barrio coincidieron en que los asaltos están a la orden del día en la zona.

El encargado de un negocio de compra y venta de oro situado en Libertad 425, que prefirió no revelar su identidad, expresó: "Siempre hay alguien en la puerta de los negocios. Es una forma de impedir que entre gente sospechosa. De todas maneras, yo, por lo menos, estoy armado".

José Herrero, de 52 años, reparte a los transeúntes, desde hace años y hasta altas horas de la noche, folletos que promocionan una parrilla cercana a Edelweiss.

Una calle peligrosa

"Libertad es una calle de rateros y de arrebatadores, están todo el día. Luego de robar doblan por Lavalle y, una vez en Cerrito, toman un taxi", señaló Herrero.

Si bien estuvo en la esquina de Libertad y Corrientes anteanoche, en el momento del asalto, el hombre negó haber visto hechos extraños.

"Lo que pasa es que todo sucedió muy rápido y dentro del restaurante", expresó. También dijo que, hasta hace algunos años, en el establecimiento trabajaba un oficial retirado de la Marina que se encargaba de estacionar los autos de los clientes en un garaje situado a la vuelta de Edelweiss.

Sin embargo, actualmente el lugar no cuenta con personal de vigilancia, de acuerdo con expresiones coincidentes de clientes que suelen quedarse en el lugar hasta avanzada la noche.

Efectivos de la comisaría 3a. montaron anteanoche un amplio operativo para atrapar a los malhechores, aunque hasta el momento los intentos no dieron resultados positivos.

Posible conexión

Además, los investigadores trataban de establecer si los delincuentes que concretaron el golpe contra restaurante Edelweiss actuaron en complicidad con otro grupo de malvivientes que, casi a la misma hora, intentó asaltar el local Michelangelo, situado Balcarce, entre Venezuela y México.

Uno de los tres malvivientes fue detenido luego de una violenta persecución y tiroteo que, comenzó en la esquina del tradicional local de San Telmo y terminó en una casa usurpada situada a cinco cuadras del restaurante.

Dos de los delincuentes abandonaron el Fiat Uno en el que se movilizaban y abandonaron a su suerte a su cómplice.

Ayer, durante toda la jornada, los detectives se abocaron a interrogar al sospechoso detenido para tratar de establecer si respondía a los asaltantes que irrumpieron en Edelweiss.

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