Aumenta la diferencia entre ricos y pobres
Según la UN, el 20% de la gente realiza el 86% de los gastos.
El consumo mundial de bienes y servicios llegará este año a una cifra récord -24.000 millones de dólares- y, a la vez, generará una mayor diferencia entre ricos y pobres.
Así lo indicó un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que aseguró que el nivel de consumo se multiplicó por seis desde 1975. Por otro lado, reveló que sólo el 20 por ciento de la población mundial realiza el 86 por ciento de los gastos.
Los especialistas del PNUD explicaron que la distribución desigual del ingreso se traduce en "exclusión social" cuando el sistema de valores de una sociedad "asigna importancia exagerada a lo que una persona posee y no a lo que una persona es o puede hacer.
"Las consecuencias humanas de las actuales pautas de consumo son inaceptables", dijeron en un durísimo análisis de la realidad mundial.
"La abundancia de consumo no es un delito -concluyó el administrador del PNUD, James Gustave Speth-. Pero es escandaloso que los pobres no puedan consumir para satisfacer ni siquiera sus necesidades más básicas", comentó.
Los excluidos
Es que, según la organización internacional, a pesar de que la gente consume más, vive más tiempo y disfruta de mayor libertad, se ha generado una "grosera desigualdad de oportunidades" que ha excluido a "más de 1000 millones de personas que no logran satisfacer sus necesidades básicas de consumo".
En el informe de 1998, el PNUD clasificó a 174 países según su nivel de desarrollo humano, considerando a este último como un "proceso de ampliación de las opciones de la gente".
Para la evaluación se tuvieron en cuenta tres capacidades consideradas esenciales: la longevidad (esperanza de vida), los conocimientos (logro educacional) y un nivel decente de vida (ingresos ajustados a las necesidades básicas).
Desarrollo y medio ambiente
Por otra parte, el informe relacionó el aumento de los gastos con el empeoramiento del medio ambiente.
Por ejemplo, un niño nacido en Nueva York, París o Londres hoy en día consumirá, gastará y contaminará más en una vida que 50 niños de un país en desarrollo.
El PNUD recalcó que los pobres tienen menor capacidad para protegerse contra la contaminación y el agotamiento de los recursos naturales.
Dijo que "el crecimiento desenfrenado del consumo está ejerciendo una presión sin precedente sobre el medio ambiente y haciendo que los que consumen menos estén doblemente amenazados".
Por otro lado, en los países en desarrollo se ejerce presión sobre el ambiente, aunque los niveles de consumo distan mucho de los países industrializados.
"Pero también los pobres se benefician menos y sufren las consecuencias más dolorosas de los hábitos de consumo insostenibles", agregó.
Un ejemplo claro: casi dos tercios de los 2,7 millones de muertes anuales relacionadas a escala mundial con la contaminación del aire son provocados por el humo del interior de los hogares pobres.
Por otro lado, se rescató un hecho positivo: si bien el consumo llegó a niveles sin precedente, se redujo el uso de recursos no renovables. Además, se han descubierto nuevas reservas, ha mejorado la eficiencia de la energía y el reciclaje es cada vez más aceptado.
"Los consumidores, la sociedad civil y los gobiernos deben formar alianzas en pro de nuevas pautas de consumo -alertó Richard Jolly, coordinador principal del informe-. El mundo necesita pautas de consumo que compartan recursos, no que dividan a las sociedades", agregó.
Para el PNUD, el problema no es el consumo en sí -considerado la "línea vital de gran parte del progreso humano"- sino sus pautas y efectos.
"Hay quienes sugieren que los países en desarrollo deben limitar su consumo a fin de limitar el daño ambiental -consideró el informe- Pero esto significaría prolongar la privación ya escandalosamente profunda y extensa a las generaciones futuras."
Opulencia v. pobreza
Las diferencias no se dan sólo entre regiones ricas y pobres. En los países más ricos del mundo hay más de 100 millones de personas cuyo ingreso está por debajo del límite de la pobreza.
Un caso paradigmático es Estados Unidos -uno de los países con una economía en auge y de bajo desempleo- donde el 13 por ciento de la población tiene una expectativa de vida menor de 60 años de edad.
Allí, además, el 21 por ciento de la población padece "analfabetismo funcional" que le impide realizar tareas básicas como leer las instrucciones de un frasco de medicina o leerle un cuento a un niño.
Ubicación
Al igual que el año último, la Argentina ocupa el puesto número 36 en el índice de desarrollo humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El índice mide el logro general de un país en términos de esperanza de vida, el logro educacional y el ingreso real ajustado.
Del Caribe y América latina le anteceden Barbados (24), Antigua y Barbuda (29), Chile (31), Bahamas (32) y Costa Rica (34). Brasil ocupa el puesto 62, Perú el 86 y Paraguay el 91.
En el nivel mundial, en los primeros puestos figuran Canadá, Francia, Noruega, Estados Unidos e Islandia.
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