Aviones no tripulados: la estrategia de un intendente para controlar la cuarentena por el coronavirus
Al otro lado del teléfono se escucha un zumbido intermitente, como si fuera la notificación de un mensaje, pero Sebastián Ianantuony, el intendente de General Alvarado cuya cabecera es Miramar, aclara que no es un smartphone lo que vibra en su casa sino una impresora 3D con la que está produciendo máscaras aislantes de protección contra el coronavirus.
"Armamos una red con todas las impresoras 3D del municipio y estamos imprimiendo vinchas protectoras", le cuenta a LA NACIÓN. "Son más efectivas que los barbijos y sencillas de hacer; se le agrega una lámina de acetato transparente que es muy segura para los médicos o para el personal que está en los puntos de control. Ahora necesitamos los filtros que son más difíciles de conseguir", agrega.
Ianantuony, flamante jefe comunal que integra el grupo de los intendentes más jóvenes de la provincia cuenta que para hacer cumplir la cuarentena plantearon una estrategia política con base tecnológica, inédita entre los 135 distritos bonaerenses, que es el empleo de tres aviones no tripulados (VANT), como los que se usan en la guerra, para monitorear desde el aire el cumpliendo del aislamiento social, preventivo y obligatorio en Miramar, una ciudad donde viven más de 30 mil personas.
Provistas por la pyme nacional Aerodyca que ganó el premio INNOVAR y cuenta con el primer permiso para operar otorgado por el Ejército Argentino, este tipo de aeronaves no solo amplían la cobertura terrestre sino que además tienen una autonomía muy superior a la de un dron tradicional.
Los VANT suelen emplearse en escenarios bélicos, principalmente por EEUU e Israel para el reconocimiento del terreno o de objetivos, así como para patrullar zonas de difícil acceso. En este caso, no combatirán a un ejército enemigo sino a una pandemia invisible que ha encendido todas las alarmas, especialmente en las zonas costeras debido al atormentado ingreso de turistas en cuarentena y a la reducida infraestructura hospitalaria.
VANT versus DRON
"La diferencia sustancial con un dron es que al funcionar con combustible, pueden estar 3 horas en operación, cuando los dones están en el aire 20 minutos y deben permanecer tres horas en tierra para la recarga. La recarga de un VANT en cambio tarda lo que se tarda en llenar un tanque de combustible", explica Ianantuony, y cuenta que el radio de cobertura de los que usan en Miramar es de hasta 50 kilómetros, cuando un dron convencional, por ejemplo un cuadricóptero, tiene un alcance muchísimo menor.
"La transmisión en vivo nos permite ver que no haya concentración de personas o uso del espacio público no recomendado, y concentrar los recursos de la policía para desmotivar este tipo de conducta. Es una tecnología que tiene un alto costo de adquisición, pero un bajo costo de operación, lo cual nos permite optimizar el recurso técnico y humano de las fuerzas policiales", cuenta el jefe comunal de 37 años, ex secretario de Producción y Medio Ambiente municipal durante seis años, quien llegó al cargo con el apoyo del ex intendente y actual diputado provincial Germán Di Cesare.
Si bien hasta el lunes por la noche no se habían detectado personas con COVID-19 positivo en Miramar, y el único caso sospechoso fue descartado anteayer, el municipio se prepara para lo peor. Las luces de alarma, cuenta Ianantuony, se encendieron con las imágenes de los dos kilómetros de cola para ingresar a Monte Hermoso.
Por eso, además de armar la red de impresoras 3D que agrupa a personas y a instituciones públicas y privadas del partido para fabricar máscaras aislantes que protegen contra el coronavirus, desde el área de tecnologías de la Información y la Comunicación (TYCs) del municipio crearon una aplicación con datos de migraciones que les permite a los agentes apostados en los retenes viales detectar quiénes son las personas que volvieron del exterior e intentan ingresar al municipio sin realizar la cuarentena.
"Acá también vinieron muchos turistas con la reposera, pero además de los retenes, contamos con la buena voluntad de los vecinos que viven en los edificios de la costa que les gritaban desde el balcón para que no salieran. Los balnearios están cerrados y los guardavidas avisan si alguien no se quiere retirar y se pone pesado. Entonces va la policía", avisa el intendente, y suma otro desarrollo municipal que lo enorgullece: "También lanzamos un chaBot de diagnóstico, muy similar al que lanzó la Nación, así que con la tecnología estamos bastante a tiro", resume Ianantuony, ya entrada la noche del lunes, mientras en su casa sigue sonando el tenaz zumbido de la impresora 3D.