Asalto comando en la planta de La Serenísima, en Longchamps. Balean a un policía y se llevan $ 250.000
El robo fue perpetrado por un grupo de entre 8 y 10 delincuentes que dispararon a quemarropa contra el uniformado
En menos de cinco minutos, un grupo de delincuentes armados irrumpió en la planta distribuidora de La Serenísima, situada en el cruce de Berlín y Espora, en Longchamps y, luego de dispararle a quemarropa a un sargento primero de la policía bonaerense, se apoderó de 250.000 pesos.
Según informaron fuentes policiales, el asalto tipo comando ocurrió ayer, minutos después de las 16.
El violento hecho ocurrió dos días antes de que Juan José Alvarez asuma como ministro de Seguridad bonaerense, en reemplazo de Juan Pablo Cafiero.
De acuerdo con los testigos, los delincuentes llegaron al predio a bordo de un camión de la empresa que habría sido robado unas horas antes. Una vez que el vehículo se detuvo en el playón de carga, los malvivientes -que eran entre ocho y diez, según algunos testigos-, salieron del vehículo vestidos con trajes de la empresa.
Un grupo se encargó de reducir a los empleados de la seguridad privada; otro se ocupó de los dos policías que realizaban tareas de vigilancia, y el tercero fue al sector donde los distribuidores minoristas dejan sus pagos, lo que constituye la recaudación del día, antes de retirar la mercadería.
Además de los empleados, en el lugar estaban dos efectivos de la empresa de seguridad y el sargento primero de la comisaría de Longchamps de apellido Costoza.
"Los delincuentes tenían información precisa sobre el lugar donde estaba el dinero. También sabían que a esa hora se había acumulado la mayar cantidad de efectivo y llegaron media hora antes de que el camión de caudales pasara a recoger la recaudación", explicó a LA NACION un jefe policial. Este elemento abona la sospecha de los investigadores sobre la posible participación de un entregador y de que se haya tratado de un asalto comprado "llave en mano".
Así se conoce en la jerga del hampa a los robos en los que los ladrones pagan una determinada suma de dinero por los datos sobre los movimientos de la empresa o banco que planean asaltar.
"Actuaron a sangre fría. Tenían entre 25 y 30 años. Estaban vestidos con los uniformes de los empleados de la empresa, pantalón marrón y camisa blanca con vivos verdes. No sabemos si pudo haber policías entre los asaltantes y por eso le habrían disparado al sargento, para evitar que los reconociera", señaló otro de los investigadores.
De acuerdo con las fuentes, los delincuentes dispararon a quemarropa contra el policía y no le dieron tiempo de sacar su arma.
El sargento primero, que era conocido por la mayoría de los empleados, recibió un balazo que le entró por la boca, le salió por el cuello y afectó su médula, según indicaron fuentes policiales.
Los informantes indicaron que los delincuentes portaban armas cortas y largas, actuaron rápidamente y lograron escapar en tres automóviles, sin que hasta anoche hubieran sido localizados.
Gabriel, empleado de una estación de servicio, situada frente a la planta, dijo: "No escuché nada. Sólo vi a un chofer pálido, muy pálido. Contó que se había dado cuenta de que habían entrado ladrones porque entre las caras que vio no reconoció a ninguno de sus compañeros. Dijo que estaban armados ".
El testigo agregó que desde la estación de servicio se llamó a la policía y que, según relató el chofer, los delincuentes entraron por la calle French y salieron por Espora.
Otros robos similares
El 5 de diciembre de 2002 un grupo comando asaltó un depósito de la empresa de correos privada OCA, situado en un subsuelo del hotel Hilton, en Puerto Madero, y se apoderó de 300 sacas que contenían tickets para almuerzo y canasta, además de documentación perteneciente a una firma de tarjetas de crédito.
En su momento, si bien no se informó oficialmente a cuánto dinero equivalían los tickets sustraídos, fuentes de la investigación dijeron que sumarían entre 600.000 pesos y 1.000.000 de pesos.
El 2 de octubre de 2000, un empleado, dos custodios de la empresa Juncadella Prosegur, un oficial de la Policía Federal y un ladrón murieron durante un frustrado intento de asalto por parte de un grupo comando, a un camión de caudales. Este iba a reponer dinero de un cajero automático instalado en la planta potabilizadora de Aguas Argentinas, en el barrio de Palermo.
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