Cuando alguien se imagina la forma de moverse de un embajador extranjero por la ciudad de Buenos Aires, lo más probable es que piense en un poderoso auto europeo con chofer incluido. Pero de un tiempo a esta parte, una nueva generación de diplomáticos ha elegido moverse en bicicleta por el tránsito porteño, cambiando las viejas reglas.
El domingo pasado, siete embajadores fueron pedaleando juntos desde Palermo Chico hasta Tigre. Fueron de la partida Roel Nieuwenkamp (Holanda), Mark Kent (Reino Unido), Peter Maddens (Bélgica), Giuseppe Manzo (Italia), Niniek Kun Naryatie Siswojo (Indonesia), David Usher (Canadá) y Johannes Meran (Austria). Luego del almuerzo, la vuelta debió ser en tren, porque Maddens pinchó un neumático. Kent, Maddens y Nieuwenkamp tuitearon mucho sobre el tema.
Andando en bici a Tigre con amigos entre otros @KentArgentina@usherdbruce@NieuwenkampRoel@beppemanzopic.twitter.com/J1SIr6adrx&— Peter Maddens (@pmaddens) August 25, 2019
Nieuwenkamp es el embajador de Holanda en la Argentina desde hace un año y de su país trajo la costumbre de pedalear para llegar al trabajo. Dos veces por semana, recorre 24 kilómetros desde su residencia en Martínez hasta sus oficinas en Puerto Madero. Lo hace "vestido de ciclista", con calzas, casco y chaleco flúo. Usa una bicicleta montain bike traída de Holanda y lleva zapatos de ciclismo que se enganchan a los pedales. Cuando llega a la embajada se ducha y se pone el traje. "Es un buen ejercicio para mí", dice.
"Me gusta mucho andar en bici por Buenos Aires. Antes yo era embajador ante la Ocde en París y andaba mucho. No tengo problemas con las grandes distancias. Estoy entrenando para un doble cruce de Los Andes en bici, con 14 amigos. Acá no hay montañas, entonces entreno en las cuestas de San Isidro. Las hago 8 o 9 veces seguidas", cuenta a LA NACION en sus oficinas, ya vestido formalmente.
Nieuwenkamp dice que no tiene miedo ni de la inseguridad ni de sufrir un accidente. Cuenta que el año pasado se cayó cerca de la cancha de River, durante una tormenta. "Dije, soy holandés, puedo ir en bicicleta, pero no", recuerda, y se ríe. Holanda es el país por excelencia del ciclismo urbano: la mayoría de la gente se mueve en bici para ir a trabajar o estudiar en ciudades como Amsterdam, Utrecht y Rotterdam, de donde es el embajador.
"Lo más importante de la bici es la libertad de los chicos y jóvenes que van pedaleando a la escuela -señala Nieuwenkamp- Eso les da una libertad inmensa, es un gran regalo y la explicación de por qué Holanda es uno de los países más felices del mundo, es parte de nuestra forma de vida".
"El tránsito porteño es mejor de lo que esperaba", dice el embajador. "Hace unos años no había infraestructrua, pero ahora creo que el 80% de mi viaje es por bicisenda. Incluso en Vicente López es al lado del río, es fantástico", señala el diplomático. Nieuwenkamp elogia el nuevo sistema público de bicis naranjas y dice que ve muchos ciclistas en sus viajes, aunque pide que los automovilistas tengan más en cuenta a las bicicletas, ya que muchas veces doblan sin mirar.
¿Hay una nueva manera de ser embajador?
- Es una nueva generación de embajadores. Son más accesibles y hábiles con las redes sociales. Cuando voy con bici subo a Twitter fotos que voy sacando de las obras de arte que veo en el camino. La bici es buena para la salud, no contamina, es rápida para evitar el tránsito. Nuestro primer ministro va a trabajar en bici muchas veces al Palacio de Gobierno.
Si bien Manzo también pedalea, no cree que exista "una nueva diplomacia". "La diferencia es que hoy todo se muestra y eso es bueno. Porque la diplomacia tiene que estar muy cerca de la gente, trabajamos en cosas concretas, que afectan a la gente, entonces me parece normal".
Bélgica y el Reino Unido, en bici
Pero Nieuwenkamp no es el único embajador que anda en bici por Buenos Aires. Su compañero de oficina, Peter Maddens (embajador de Bélgica) y Mark Kent (embajador del Reino Unido), también suelen pedalear por las calles porteñas. Ambos fueron convocados por el programa Baires en Bici (por Radio Ciudad) a dar sus testimonios.
Maddens va a trabajar en bici, de Palermo a Puerto Madero. "No tengo miedo, hay bicisenda, es fácil, es una manera de sentirse cómodo en la Ciudad. Buenos Aires es una ciudad hermosa, muy grande, que me hace acordar a las grandes ciudades del mundo, como Parías, Nueva York, Berlín, hasta Bruselas, de vez en cuando", afirma el embajador belga, que dice que disfruta de la cultura, el deporte, la carne y el vino locales y que la "gente es encantadora".
"Desde el primer día me subí a la bici y con la construcción del Paseo del Bajo era más fácil llegar pedaleando que en auto, tardaba la mitad del tiempo. Los belgas nacimos con una bici entre las piernas", señala.
Kent no va a trabajar en bici porque vive al lado de la embajada británica, en Recoleta, pero es fanático de las dos ruedas. "Hace un par de meses con mi esposa decidimos vender nuestro auto. Entonces yo ando en bici, camino, me gusta salir a correr por Palermo. Creo que en muchas ciudades están dejando de usar los autos a favor del transporte público y la bici. En Londres es así y es bueno para el medio ambiente", afirma.
Sobre la cuestión de si existe una nueva diplomacia más cercana a la gente, Kent, que es un usuario intensivo de Twitter, asegura: "Es una tendencia. Antes de las redes, la diplomacia era en cancillerías y sedes de gobierno, ahora es todo más inmediato. Así es más divertido". "Parte de nuestro trabajo es conocer el país en el que vivimos y qué mejor que estar en contacto directo con la gente en la calle", concluye Maddens.