Buscan a los asesinos de dos gendarmes
SALTA.- Fuerzas de seguridad argentinas y bolivianas continuaron ayer los operativos de rastrillaje en la frontera para dar con los tres posibles narcotraficantes y contrabandistas que asesinaron en Bolivia a un cambista y luego a dos gendarmes en las cercanías de la localidad salteña de Salvador Mazza.
Hasta anoche, según confiaron los investigadores, los operativos emprendidos por la Gendarmería Nacional y por la Policía Nacional de Bolivia no habían dado resultados positivos.
Ayer las autoridades reflejaron cierto optimismo sobre la búsqueda iniciada, en virtud de que ya han sido confeccionados los identikits de los sospechosos, cuyas identidades ya habrían sido determinadas.
Sólo trascendió la de uno de ellos; se trataría de Andrés Porcel, un residente salteño que tiene extensos antecedentes por contrabando, pero no se pudo asegurar si tiene vínculos con el narcotráfico.
En tanto, no se supieron los nombres de los otros dos sospechosos, pero sí que uno de ellos sería oriundo de la provincia de Córdoba y el restante, de nacionalidad paraguaya. Se agregó que ambos estarían relacionados con operaciones de contrabando de mercaderías y, no se descarta, también de narcóticos.
Para las autoridades de seguridad, éste fue el hecho de sangre más grave ocurrido en la última década, lo que demuestra los riesgos que entrañan los constantes controles en esa zona fronteriza, considerada un sector caliente del paso de contrabando y embarques de estupefacientes.
Asesinados a sangre fría
Los trágicos episodios, cabe recordar, ocurrieron en la tarde del viernes último, cuando en cercanías de la localidad fronteriza de Yacuiba, en Bolivia, el trío sospechoso asesinó a tiros a un cambista lugareño como consecuencia de una supuesta operación con dinero falso.
Luego, los homicidas huyeron hacia nuestro territorio, por lo que la policía boliviana alertó a sus pares argentinos sobre la cuestión. Horas después, una patrulla de la Gendarmería Nacional, integrada por el subalférez Mario Reynoso, de 21 años, y el cabo primero Leocadio Saltos, de 36, mientras viajaban en una camioneta de la repartición descubrieron a tres sospechosos en cercanías de la localidad fronteriza de Salvador Mazza.
Cuando intentaron identificarlos, según dijeron los investigadores, los gendarmes fueron reducidos a punta de pistola y, en la misma camioneta, fueron llevados a un paraje desolado llamado Sector Cinco; allí los obligaron a bajar, los hicieron arrodillar y los ultimaron a balazos.
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