Buscar un idioma que integre a todos
Sordos y oyentes aprenden hebreo y comparten temas de la cultura judía que antes les estaban vedados
Esperan ansiosos a que llegue el jueves. Es su espacio, su momento de aprender, de relacionarse, de integrarse a la comunidad. Para los sordos y los oyentes que asisten al Taller para la integración, de la Comunidad Bet-El, el jueves es un día muy especial.
Con la idea de integrar a la comunidad a las personas sordas por medio de la religión, la historia o la cultura, nació hace cinco años el Taller para la integración.
En un principio, el espacio fue creado para recibir a un grupo de alrededor de 30 adultos que formaban parte de Círculo Argentino Israelita de Sordos (CAIS), que carecían de los recursos para continuar con sus actividades. Pero fue creciendo.
"Los discapacitados han sido sistemáticamente discriminados en las actividades sociales y comunitarias por el doble efecto que provoca la ignorancia acerca de su potencial personal y por las carencias en la calidad de su educación -explicó Isabel Bacher, coordinadora del taller-. Nuestro objetivo inicial fue ayudar a estas personas a encontrar un espacio que pudieran identificar como propio, y comenzamos con los rudimentos básicos de la religión judía: el ciclo de vida, las festividades, el shabat. Con el tiempo, el objetivo se fue ampliando: a pedido de los alumnos, comenzamos a estudiar el idioma hebreo, el alfabeto, las frases."
Isabel es contadora pública, pero hace esta tarea con una satisfacción evidente. "Esto te agranda el alma", dice emocionada. Y, enseguida, agradece al rabino Daniel Goldman el apoyo que dio a la iniciativa.
Una traductora al lenguaje de señas y una maestra de judaísmo conforman el plantel profesional que los acompaña constantemente. "Armamos juntos el programa de estudio, tratando de seguir sus intereses por los diversos temas -contó Yael Kraselnik, la maestra de hebreo-. Cuando eran chicos esto fue una materia pendiente, por eso es muy gratificante que se interesen tanto", opinó.
"Conocí el mundo de los sordos cuando lo conocí a él -dijo Carolina, acariciando la mano de Gabriel, su marido-. Pero quería poder comunicarme con sus amigos", dijo. Natalia estudia Trabajo Social y encontró en el taller una herramienta de comunicación, al igual que Leandro, otro de los integrantes.
Un paso importante fue poner en marcha un microemprendimiento: rellenan cartuchos para impresoras. "Queremos llevar el curso a los colegios. Cualquiera que quiera recibir el taller básico de lengua de señas puede llamarnos al 4554-3203", invitó Isabel. "Nuestra idea es siempre trabajar con lo posible, no desde las limitaciones, sino desde lo que podemos aprender", se despidió Isabel.
Para dar una mano
- Desfile a beneficio. Mimo & Co, la marca de ropa para chicos, presenta su colección otoño-invierno 2003 con un show musical a beneficio de la Fundación Garrahan. El encuentro, que se hace por séptimo año consecutivo, tendrá lugar el sábado próximo, a las 16, en el Salón Pacífico del Hotel Hilton (Boulevard Macacha Güemes 351, Puerto Madero). La fundación mantiene la Casa Garrahan, un hogar destinado a los chicos del interior que se encuentran en tratamiento médico en los hospitales porteños. Las entradas se venden únicamente de manera anticipada en los locales de Mimo & Co. El precio es de 10 pesos.
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- Necesitan un espacio. La Fundación Papelnonos Buenos Aires está integrada por 40 personas de entre 60 y 80 años. Solicita un espacio que permita a la orquesta de instrumentos artesanales realizar ensayos y reuniones. Para ayudarlos: contactar a Laura Luna, lauraluna40@hotmail.com o por el 4504-4228, o a María Eugenia Siseles, mesiseles@hotmail.com, o por el 4783-6239.
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- Padrinos. La Fundación Uniendo Caminos incorpora nuevos padrinos para el Programa Alimentario y Escolar (PAE), que se desarrolla en las villas 21 y 24, de Barracas. Cien adolescentes son sus beneficiarios. Para mayor información, comunicarse por el 4867-4762 o con info@uniendocaminos.org.ar.