Cáncer de mama: "Murió la mamá de Delfi", el mensaje que nos hizo sacar turno a siete mujeres
En ocasiones, el chat de las mamis no trae buenas noticias. Alguna campera que no aparece, el poncho que había que hacer para la clase abierta (y me olvidé), la preocupación por el mal olor del agua. Pero ayer a la noche llegó un mensaje que me golpeó como si me hubieran dado una trompada en la oscuridad.
Marina Carry, la mamá de Delfi, de la otra salita de cuatro, murió luego de dar pelea por cuatro años contra el cáncer. El mensaje llega como cualquier otro. Aunque es casi medianoche, lo lees y lo volvés a leer dos veces más, hasta que entendés y la angustia te cierra la garganta, como si acabaras de tragarte una piedra que se va deslizando cuerpo abajo, a medida que scrolleas los mensajes de las otras mamás. Una de ellas compartió un perfil de Marina, una nota que le hicieron justo hace un año, en un diario de Santa Fe, por la semana de lucha y detección temprana del cáncer de mama. Un año después, todas las demás mamás estamos leyendo en simultaneo el mensaje optimista de Marina durante su lucha y a la vez el final más triste.
Tres hijas, dos adolescentes y la más chiquita de cinco años. Un cáncer que llegó como un bulto chiquito cuando estaba embarazada, que el médico desestimó como parte del proceso de gestación, una lactancia difícil, médicos y puericultoras que no ayudan y un diagnóstico que llega de forma tardía, hace casi cuatro años, con un cáncer que tomaba dos tercios de la mama.
Me leo a mí misma llena de bronca. De dolor. De compasión. Quisiera enojarme, enojarme mucho pero no sé exactamente contra quién. Ayer a la mañana, todas escribimos mensajes. Todas estamos tristes. Movilizadas. Sensibles. Por momentos, rezamos. Nos indignamos. Hacemos catarsis con los que tenemos cerca. Que día frío y gris resultó ser.
Marina la luchó hasta el último momento. Cuando se cansó de que su ginecólogo y los estudios le dijeran que no tenía nada, que era por la lactancia, fue a ver a un mastólogo que le indicó una punción con urgencia, justo el día del cumpleaños de su hija mayor, un 23 de diciembre. Cuando estuvieron los resultados, como no los había ido a buscar, la llamaron. Le dijeron que fuera sin turno a ver al doctor. Ella pensó que iban a decirle que tenía una leche rara, o algo que explicara por qué le costaba tanto darle la teta a Delfina. Pero no. Tardó en entender lo que le decían. Había ido sola. Preguntó cuál era el tratamiento. Recién cuando escuchó la palabra "quimioterapia" entendió de qué le estaban hablando.
Los tratamientos dieron sus resultados. Y Marina se entusiasmó. Mientras daba batalla, intentaba que sus hijas no la vieran abatida. Buscó la manera. Encontró en su interior la sonrisa para festejarle los 15 a su hija y hasta para festejar sus 40. Cada día era una nueva aventura. Se preguntó cómo podía extraer lo positivo de esta experiencia. Entonces, se le ocurrió hacer una agenda que escupiera esperanza y fortaleza para las mujeres que estaban atravesando lo mismo que ella. Tenía ganas de hacer una tirada y regalarlas en los hospitales oncológicos a quienes daban la misma batalla. No solo para ellas, también para todas las mujeres, para que sirviera como recordatorio de la importancia de hacerse los controles todos los años, de detectar temprano al cáncer. De tomarse el tiempo para una, en la vorágine de la vida de madre. Así nació, Tu agenda / Tu vida, su emprendimiento. "La verdad, que una mujer cuando está en plena actividad, lo que menos hace es acordarse de una teta", contó Marina en esa nota. Por eso la importancia de la agenda, para concientizar, para llegar con tiempo a la batalla.
Una agenda temprana
La primera edición de la agenda rosa salió en 2017, después de que se hiciera la mastectomía. Hubo una gran respuesta. Primero la compraron sus amigas, pero después muchas desconocidas se sumaron. Médicas, que se las proponían a sus pacientes, oncólogos, esteticistas, y muchos otros hicieron sus aportes para que la agenda de 2018 fuera más completa y llegara a más manos. Incluyó información sobre prevención, autodetección. También consejos sobre cómo hablar del cáncer con los hijos, como preparar al entorno. Por cada ejemplar que se vendió, donó unos 50 pesos a la fundación Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (Macma), en donde encontró un gran respaldo.
"Hola, mi nombre es Marina, tengo 41 años y hace dos años me detectaron cáncer de mama. Cuando me lo descubrieron había sido mamá de mi tercer hija hacía un año y ya estaba bastante avanzado. Si bien al principio me paralicé, después entendí que la vida algo me estaba queriendo decir. Descubrí la importancia de la detección temprana y de estar bien acompañada y de pertenecer a un grupo con quién compartir las vivencias", cuenta Marina en la primera página de la agenda.
Dos de enero: "Arrancó un nuevo año. ¿Ya planeaste tu control anual? ¿Sabías que 9 de cada 10 cambios que puedas percibir en tus mamas, no son cáncer, pero consultar a un especialista, en estos casos, es fundamental? La detección temprana es vital para combatir el cáncer de mama. No te retrases, ¡saca turno hoy mismo!"
Y el 31 de diciembre cierra con una frase que conmueve. "Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás segura de si la tormenta terminó realmente. Pero una cosa sí es segura: cuando salgas de la tormenta no serás la misma persona que entró en ella". En 2019, llegó el anuario y más mujeres se sumaron.
Pero unos meses antes, un pequeño bultito reapareció en la mama. Y después, fueron imágenes de manchas en la cabeza. Marina siguió luchando con las mismas ganas. Pero ayer llegó ese triste mensaje al grupo de mamis.
Otra frase me llamó la atención de la agenda de Marina: "Cada vez que una mujer tiene cáncer de mama, se concientizan otras siete mujeres alrededor suyo. Y todas ellas concurren a hacerse una mamografía". Tiene razón. Hace media hora levanté el teléfono y pedí turno para mi control anual que viene medio demorado. Por Marina, por mis hijas, por mí. La tapa de la agenda rosa dice: "Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa".
Conocé a dónde podés recurrir
Si tenés cáncer de mama o conocés a alguien que lo padece, podés acercarte a MACMA, una organización que hace más de 20 años orienta, contiene y acompaña a las mujeres con esta enfermedad, como así también a sus familiares y seres queridos.
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