La encuesta nacional: la mayor parte de los censistas serán maestros. Censo: apoyo mayoritario de docentes
Contra la decisión de la Ctera, participarán maestros en 21 de los 24 distritos del país; capacitan a trabajadores estatales
A pocos días del comienzo del censo de población, hogares y viviendas, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) confirmó ayer a LA NACION que en 21 distritos del país los docentes cumplirán con la encuesta y que en los tres restantes, Río Negro, Tierra del Fuego y ciudad de Buenos Aires con la región metropolitana, serán los empleados municipales y estatales quienes realicen la encuesta.
Noemí Muchnik, jefa de prensa del Indec, confirmó ayer que el censo se realizará en tiempo y forma y que, si bien todavía no tienen el número de los docentes de la Capital que acatarán la medida de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), "ya se está capacitando a empleados del Gobierno de la Ciudad para que sean los censistas".
Como se recordará, el miércoles último el congreso de la Ctera, liderada por Marta Maffei, dispuso no realizar el censo y, además, reinstalar el próximo año la carpa blanca en el Congreso.
Muchnik aclaró que no están aceptando la colaboración de voluntarios espontáneos "para garantizar la seguridad de los censados, ya que de los empleados públicos tenemos todos los datos y no hay tiempo material para chequear el de los aspirantes".
La mujer dijo que hubo miles de llamadas de desempleados que se ofrecían para trabajar el próximo fin de semana exclusivamente por la remuneración, que será de 50 pesos en el caso de las zonas rurales y de 44 en las urbanas. Esa cifra también se pagará a los empleados ahora convertidos en encuestadores.
Los nuevos censistas
Además, el Indec solicitó a los docentes que hayan decidido plegarse a la medida de fuerza de Ctera y que no hayan avisado su no participación, que lo informen lo antes posible para tener una cifra exacta de cuántos nuevos censistas se necesitan. En el caso de la Capital Federal y la región metropolitana, Río Negro y Tierra del Fuego se estima que se utilizarán alrededor de 50.000 personas entre docentes y empleados.
En cuanto a si es obligatorio o no responderle al censista, Muchnik explicó que "se trata de una carga pública y, por lo tanto, hay sanciones para quienes se nieguen. Pero nosotros no estamos hablando de sanciones, sino de voluntad, de buena fe por parte de los vecinos".
La funcionaria del Indec dijo que si una persona se niega a ser censada, el encuestador pasará más de una vez por su domicilio. Si se mantiene en la negativa, será el jefe de radio el encargado de intentar convencer al vecino de la importancia de su testimonio y, si finalmente no habla, su casa sí será contada, se le colocará la oblea en la puerta, pero en el informe constará que no quiso responder.
En cambio, si la vivienda está vacía, luego de que el censista pase varias veces, quedará registrada como casa deshabitada y sus habitantes serán interrogados en el lugar del país donde se encuentren.
Tocar a la puerta
Muchnik explicó que no es obligación dejar ingresar al censista, con quien se puede colaborar en la puerta del domicilio o detrás de una reja, si el propietario considera peligroso permitir el ingreso.
¿Qué pasa si el vecino no quiere responder, aún cuando el Estado está ofreciendo todas estas posibilidades?
La ley 25.212, llamada Pacto Federal del Trabajo, dice específicamente que quien se niegue podrá "hacerse pasible de las penas del artículo 239 del Código Penal: prisión de 15 días a un año".
Peores sanciones le cabrían a aquellos comerciantes que abran sus puertas el sábado y el domingo próximos, días que por ley son considerados feriados. La norma dice que los empresarios deberán abonar una multa de 250 a 1000 pesos por cada persona que la empresa convocó al lugar del trabajo.
Y en aquellos casos en que el comerciante reincida, esto es, que abra el negocio aún después de que lo hayan multado, podrá ser inhabilitado por un año, además de duplicarle las multas.
"En la línea gratuita que tenemos -dijo Muchnik- muchos comerciantes minoristas llamaron para ver qué multas les cabría y casi todos opinan que los supermercados van a abrir sus puertas porque ellos pueden pagar las multas."
Sin embargo, el titular de la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME), Osvaldo Cornide, dijo ayer que "los supermercados no van a abrir, aunque puedan pagar las multas, simplemente porque van a acatar lo que pide el Gobierno. Igual que nosotros: no estamos de acuerdo con que los dos días sean feriados y vamos a pedir hasta último momento que el sábado se permita la actividad comercial y que al comerciante se lo cense en su lugar de trabajo y dejar el domingo libre".
Cornide dice que, en lo personal, "estoy de acuerdo con las razones de Ctera, pero ya que se ha gastado tanto dinero en el censo, ahora hay que hacerlo", y opina que el sábado, por ejemplo, después de las 20, hora límite para los censistas, muchos comercios abrirán sus puertas, a pesar de que el decreto habla de feriado desde las 0 del 17 a las 13 del 18 de noviembre.
Ayer, en el Indec los teléfonos ardían: mucha gente llamaba para ser inscripto como voluntario, para saber si debía dejar ingresar al censista en su casa o para saber hasta qué hora debe mantener baja la persiana de su comercio.
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