En pleno recambio, viajó a la costa la mitad de los autos que volvieron
Las expectativas turísticas de otro verano explosivo como el del año pasado se desinflan cada vez más.
El clásico movimiento de recambio de quincena de enero empezó bastante más tranquilo de lo habitual: ayer viajó a la costa casi la mitad de los vehículos que regresaron, según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
En la Terminal de Ómnibus de Retiro, un termómetro de circulación, no hubo ayer el típico ajetreo para esta época del año. Los vendedores de las empresas de ómnibus consultados por LA NACION dijeron que la comercialización de pasajes bajó entre un 20 y un 30% respecto del inicio de año.
Hasta ahora, las cifras para enero distan mucho de lo que se pronosticaba. Incluso los operadores inmobiliarios de la costa evalúan bajar los precios de los alquileres para alentar a los visitantes. El secretario de Turismo de la provincia de Buenos Aires, Ignacio Crotto, consideró que "las expectativas eran muy altas. Lo que pasó es que en algunos casos se excedieron en los precios de los alquileres, y eso desalentó a algunos veraneantes".
Una combinación de factores, entre ellos el mal tiempo, la prudencia en el gasto y una mayor fragmentación de las vacaciones, contribuyó a que las primeras semanas de enero fueran regulares en cuanto al turismo, aunque es posible que haya más movimiento en los próximos días, y más aún cerca del fin de semana.
Como sea, ayer, en la Terminal de Ómnibus de Retiro, un termómetro de circulación, no hubo el típico ajetreo para esta época del año. "El precio de los pasajes y los alquileres es lo que más toma en cuenta el turista a la hora de vacacionar y hoy por hoy está todo muy caro", dijo Elvira Sánchez, que eligió Trelew como destino de sus vacaciones. Dice que tomará recaudos: "Ajustaré en regalos y en salir a comer afuera".
"Hace años que trabajo de chofer y nunca vi en el recambio de quincena de enero tan poca gente", recalcó Antonio Niz, chofer de la empresa Cóndor Estrella. "Generalmente, para estas fechas hay 50 o 60 coches extras a Mar del Plata por semana. Esta semana no habrá más de 20", dijo Niz mientras esperaba, cigarro en mano, su próxima salida.
Ante este panorama, Crotto ensayó una explicación al señalar que el mal tiempo de las primeras semanas del mes motivó que muchos turistas decidieran volverse antes de la costa. Lo cierto es que el nivel de ocupación promedio en la primera quincena en Mar del Plata sólo cubrió el 60% de la oferta de alquileres y, en Pinamar, llegó al 70%, cuando el año pasado no bajó de un nivel del 90 por ciento con picos del 100% de ocupación.
La ANSV informó que por el peaje de Samborombón de la Autovía 2 ayer circulaban pasado el mediodía rumbo a la costa atlántica 711 vehículos por hora mientras que en sentido contrario lo hacían 1110 autos. La Central Informativa Vial, dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense, indicó a LA NACION que entre las 12 y las 14 horas pasaron, con destino a la Capital, 2380 autos y en sentido contrario, un total de 1350.
Estos datos contrastan mucho, por ejemplo, con los del último fin de semana largo del año, cuando la gente se movilizó, casi de manera masiva, para festejar el comienzo de 2013. En esa oportunidad, los destacamentos viales de la Autovía 2 contabilizaron un promedio de 1600 vehículos que transitaban por el peaje de Samborombón, con picos de hasta 2100 autos por hora. Entre las 18 y las 20 circularon por esa misma estación 1320 automóviles con destino a la costa y 1860 hacia la Capital, según los datos. Ante la consulta de LA NACION, Ernesto Arriaga, vocero de Vialidad Nacional, expresó: "Antes, las vacaciones eran estacionales, pero ahora son de cuatro o 10 días".
Esta temporada se reveló extraña como pocas. En Mar del Plata, quizá la plaza más representativa, en esta época del año llegaban olas de turistas que se cruzaban y colmaban rutas y terminales. Ayer, no pasaba nada de esto en esa ciudad.
La imagen que mostraron las playas son un fiel reflejo de las cifras durante la semana. Anteayer, los balnearios estuvieron desolados tras el gran éxodo posterior al fin de semana. Con sol a medias, ayer los pasillos de las carpas aparecieron concurridos como toda la franja de costa. Quizás una primera señal de lo que se espera para la segunda quincena, por tradición e historia el período más fuerte e intenso del verano.
Con lluvias que comenzaron anoche y se extenderán durante todo el día de hoy, sumado a que desde las fiestas de fin de año el mayor movimiento se concentra de jueves a domingo, todo parece indicar que el mayor ingreso de turistas podría llegar el fin de semana.
Estos nuevos hábitos han desconcertado a los operadores locales. Una señal se advierte en el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, que en enero jamás reúne a su directorio y anteanoche convocó con apuro a sus autoridades para revisar la situación y empezar a tomar datos que permitan dar respuestas a estas nuevas tendencias. "Acá ha cambiado todo y hay que adaptarse rápido, porque el que no se adapta a lo nuevo desaparece", advirtió ayer el vicepresidente de la entidad, Horacio Espatolero.
Confirmó que el sector es uno de los que más sufren este nuevo ritmo de estadías cortas en pleno verano. "Por un mismo departamento que una familia alquilaba por mes completo y hasta hace poco quizá dos por períodos quincenales, ahora pasan cuatro o cinco familias distintas", dijo para confirmar las demandas de alojamiento que promedian los cuatro a cinco días.
Esa rotación quizá sea la explicación. También a partir de información aportada por la concesionaria de la Autovía 2, en las primeras dos semanas del verano último llegaron a la costa 261.739 vehículos y regresaron 222.532. Este año, en idéntico período, llegaron a las playas 251.033 y se fueron 252.494, lo que significa un 4% más de tránsito. Hubo mayor movimiento, pero los niveles de ocupación cayeron porque el período de permanencia es menor. Más claro: se necesitan más visitantes para cubrir la misma oferta de alojamiento en el mismo período.
En verdad, aún es muy pronto para conocer la respuesta a estas incógnitas.
Con la colaboración de Darío Palavecino, Valeria Musse y Gustavo Bayley