Conmoción en el Nacional de Buenos Aires por una denuncia de abuso
Una alumna de 14 años lo comunicó por WhatsApp; el rector reconoció el episodio y lo difundió a la comunidad educativa; el centro de estudiantes ya conocía lo sucedido y lo ocultó hasta ayer
Un correo electrónico del rector del Colegio Nacional de Buenos Aires a la comunidad educativa generó preocupación entre los padres de los alumnos que desconocían que durante la toma del establecimiento una alumna de 14 años había sufrido un abuso de parte de un estudiante de 18 años.
"Lamentablemente, hemos tomado conocimiento de este hecho muy recientemente, dado que el/la alumno/a en cuestión decidió informárselo a los estudiantes que conducían la toma, quienes optaron por no comunicar el hecho a las autoridades del colegio", explicó el rector Gustavo Zorzoli por escrito.
Las autoridades se enteraron anteayer, cuando la menor le contó lo sucedido a un tutor del colegio, según pudo conocer LA NACION.
A través de un comunicado,el Centro de Estudiantes del Nacional de Buenos Aires (Cenba) confirmó la versión oficial sobre "el abuso sufrido por una estudiante hace dos semanas en el colegio".
Lo hizo ayer, a través de un comunicado, y con el siguiente argumento: "En ningún momento fue intención del Cenba ocultar esta información: lo que se hizo fue respetar los tiempos de la víctima para salir a hablar, sin exponerla a una situación de la que ella no quería ser parte".
De acuerdo con lo que ayer pudo reconstruir LA NACION, ambos estudiantes estaban participando de la toma del colegio cuando el varón abusó de la menor, aparentemente en uno de los pasillos. Cuando los dirigentes del Cenba se enteraron de lo que había sucedido, le indicaron al agresor que se retirara del colegio y no volviera a la toma.
Hasta ayer, al cierre de esta edición, los padres de la menor no habían decidido si harían la denuncia judicial correspondiente, que es de instancia privada.
"Inmediatamente después de conocer la denuncia, hemos puesto en marcha el protocolo de violencia de género vigente en la Universidad de Buenos Aires (UBA): nos reunimos con los estudiantes involucrados, también con la familia del/la que habría sido abusado/a, dispusimos el acompañamiento psicológico a ambos/as estudiantes y realizamos las comunicaciones pertinentes ante el Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes [de la ciudad de Buenos Aires]", se lee en el correo que envió el rector Zorzoli.
La toma del establecimiento ubicado sobre la calle Bolívar empezó el 7 del actual, cuando ya había pasado una semana del inicio de las medidas en los colegios secundarios porteños en rechazo a la reforma educativa Secundaria del Futuro. En un mensaje que la víctima le habría enviado al resto de los estudiantes, se lee: "El jueves pasado no, el otro (8/9) sufrí un abuso sexual por parte de un compañero del colegio". Y, más adelante, continúa: "Recién hace unos días, después de dos semanas, fue la primera vez que me pude mirar al espejo y sostenerme la mirada sin llorar desconsoladamente" y dice que "es mucho más difícil de aceptar si el victimario es alguien que conozcas, en quien confíes".
Hacia el final, invita "a todos" sus compañeros a escribir un protocolo de género. "Tenemos que ponernos a la cabeza de esto y pedir justicia efectiva y contención de parte del colegio a las otras compañeras que denunciaron abuso."
Al respecto, desde el colegio afirmaron que no recibieron otras denuncias de abuso previas, aunque no descartaron que pudiera ser que los estudiantes tuvieran información y no lo comunicaran, como hizo la menor de 14 años esta vez.
Martín Pont, integrante del Cenba, confirmó a LA NACION, que guardaron silencio de lo sucedido en el momento a pedido de la víctima y se excusó: "La persona involucrada nos pidió que no les diéramos información a los medios. Los consejeros de convivencia, que se ocupan de estos temas en el colegio, ya estaban al tanto. Ahora, la persona afectada pidió que no se hable ni se comunique nada de esta cuestión a los medios". Al consultarle sobre el mensaje que había enviado la menor, respondió: "Desconozco de lo que estás hablando".
Jimena Sánchez de la Vega tiene un hijo egresado del Buenos Aires y otros dos en primero y en tercer año. "Me enteré ayer [por anteayer] a través de un mensaje de la mamá de un compañero de mis hijos. También me lo comentó mi hijo porque la persona en cuestión hizo circular un escrito sobre lo que había sucedido -contó a LA NACION-. La chica es corajudísima y muy cuidadosa de sus propios compañeros al no decir dónde fue lo ocurrido. Mis hijos se enteraron ayer [por anteayer] y en el caso de algunos chicos con más participación en el centro de estudiantes lo sabían con más anticipación."
Sánchez de la Vega criticó la actitud del rector, "que hizo público esto a más de 2000 familias con un efecto de caos y espectacularización. Se generó un estado de shock y pánico, sin poder entender qué es lo que sucedió y poder actuar en consecuencia -sostuvo-. La carta moviliza de la peor manera, hace pensar lo terrible que es lo que sucedió, pero sin ubicar la situación en toda su complejidad. Sí dice que están actuando. La chica no menciona dónde ocurrió el hecho y el rector dice que fue en la toma, de un modo bastante demonizante y te diría que hasta criminalizante".
Vandalismo y excesos hasta en los festejos
"Hipócritas: ni Dios ni amo", pintó un grupo de cinco estudiantes del último año del secundario del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) el 25 de septiembre de 2013, en el piso de la iglesia de San Ignacio de Loyola, contigua a ese establecimiento que por aquellos días estaba tomado por sus alumnos. Fue el acto de vandalismo más grave que hayan cometido alumnos de ese colegio preuniversitario en su largo historial de ocupación del edificio en reclamo de distintas cuestiones que afectaban su vida educativa.
Aquella madrugada, también orinaron sobre el altar mayor de la iglesia más antigua de Buenos Aires y quemaron el altar San José, tallado en madera en el siglo XVIII. La controversia pública tuvo tanta repercusión que el centro de estudiantes fue el que señaló a los autores de los actos vandálicos. Las autoridades del colegio dependiente de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) iniciaron acciones judiciales por esos actos vandálicos contra los alumnos que habían irrumpido de madrugada por un túnel que comunicaba el tempo con el colegio, que había sido edificado por los jesuitas y que, en 1863, se convirtió en el CNBA.
Los estudiantes del Nacional de Buenos Aires no sólo han tomado por semanas el edificio en demandas propias, sino que también lo hacen para solidarizarse con las protestas de escuelas secundarias públicas porteñas. Esta fue la situación que se vivió durante buena parte de este mes, ya que la reforma del nivel medio porteño no afectará en nada al CNBA. Durante décadas, además, se caracterizaron por festejar el fin del secundario con una "vuelta olímpica" interna que incluía pintadas, destrozos de aulas y de materiales de los gabinetes de estudio.
Informe de Lucrecia Lacroze
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