Continúan las peleas entre Macri y Fernández

El asesinato del taxista José Luis Rodríguez, ocurrido en la madrugada de ayer en Palermo, provocó un nuevo duelo verbal entre el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández.

Ante el trágico episodio, durante una rueda de prensa, Macri volvió a pedirle a Fernández que "se ocupara" de la seguridad y le sugirió que "si no está capacitado, que deje el cargo".

La respuesta del ministro no tardó en llegar: "¿Me pueden explicar qué tiene que ver esto con la inseguridad?", se preguntó, antes de calificar el hecho que se cobró la vida del chofer como una "discusión de tránsito" que "puede ocurrir en cualquier capital del país y del mundo".

Al respecto, tanto los investigadores policiales como el titular del Sindicato de Peones de Taxis, Jorge Viviani, descartaron ayer que el crimen hubiera estado motivado por un robo.

Ingreso de materiales

Fernández, cabe recordar, retomó el enfrentamiento que había tenido anteayer con Macri por los controles del ingreso de materiales para las construcciones de la villa 31.

El jefe de gobierno porteño había acusado al funcionario nacional de incumplir una orden de la jueza Cecilia de Negri, que lo instaba a prohibir la entrada de materiales para las construcciones en altura.

Si bien Fernández había admitido conocer la orden de la magistrada, insistió en que ni la Prefectura Naval ni la Gendarmería Nacional ni la Policía Federal pueden controlar el ingreso de materiales, pues no tienen "personal especializado para hacerlo".

Según el ministro, las fuerzas a su cargo no están calificadas para distinguir cuáles materiales son para construcciones en altura y cuáles para construcciones comunes.

"Hoy no tengo policías en las entradas porque no sé qué controlar. Sin embargo, nosotros estamos dispuestos a custodiar a quien Macri diga que controle las entradas a la villa", sentenció Fernández.