Coronavirus en la Argentina. Jubilados en los bancos: tres horas parados, temor al contagio y bronca acumulada

A las cinco de la mañana, cuando todavía era de noche y el termómetro apenas superaba los 10°, Armando Rega, de 88 años, tomó el primer colectivo para llegar desde Lanús al barrio porteño de Colegiales, donde se encuentra la sucursal del Banco Nación en la que tiene cuenta.

Como cientos de otros jubilados que hoy formaron largas filas en los bancos de todo el país, quiso estar a primera hora en la puerta para aumentar sus chances de resolver un problema que lo angustia: no poder cobrar sus haberes.

Los bancos permanecían cerrados desde el 20 de marzo pasado, cuando se decretó la cuarentena obligatoria en todo el país como medida de control contra la pandemia del coronavirus. Sin embargo, y ante la cantidad de problemas generados, el Banco Central dispuso que las sucursales reabran a partir de hoy, pero solo para el pago de los haberes jubilatorios y de ayuda social de la Anses a quienes no dispusieran de una tarjeta de débito para retirar el dinero por cajero o comercios.

Luego de ver la situación caótica que se generó en varios puntos del país como el conurbano bonaerense, donde en la madrugada se registraron colas de hasta 400 metros, el Banco Central dispuso que las sucursales bancarias también estén abiertas mañana y el domingo.

Si bien habitualmente su nieto le retira dinero por el cajero, desde hace días que, por algún motivo que desconoce, la tarjeta de débito de Rega fue invalidada. Le explicaron que debía acercarse a su sucursal para retirar una nueva. A las 9.30 de la mañana ya llevaba más de tres horas y media parado frente a la puerta del banco, en el segundo lugar de una fila que llegó a ocupar casi una cuadra. Esperaba apenas sostenido por un bastón y con la cara cubierta por un barbijo rígido.

Su nieto cuenta que perdió su trabajo como personal de delivery en una pizzería que cerró durante la cuarentena y que, sin poder cobrar la jubilación de su abuelo, en los últimos días se vieron obligados incluso a pedir comida en la calle.

Las primeras cuatro personas de la larga fila de esta sucursal ubicada en Lacroze al 2600 esperan dentro del cubículo de los cajeros, que funciona como antesala del salón principal. Una de ellas -una mujer que tiene 79 años y sufre de EPOC- está sentada en un banquito que se trajo desde su casa, de donde salió a las 6 de la mañana. Como muchas otras personas, está ahí para terminar de cobrar los haberes de marzo, que todavía no pudo retirar en su totalidad.

Cuando faltan 20 minutos para las 10, comienza a llegar el personal del banco. Una empleada les solicita entonces a los primeros cuatro jubilados de la fila que salgan del sector de cajeros hacia la calle y que mantengan entre ellos la distancia que no mantuvieron en las últimas casi cuatro horas de espera: estuvieron casi hombro contra hombro para poder estar bajo techo.

En la sede central del Banco Nación, junto a la Plaza de Mayo, la situación no es muy distinta. Apenas pasadas las 10 de la mañana la cola de gente llegó a cubrir toda la cuadra de Mitre, entre Reconquista y 25 de Mayo.

"Se está haciendo bastante rápido la atención. Están entrando de a dos o tres personas, siempre manteniendo la distancia. Tenemos que tratar de que la gente no se agolpe", dice Alexis Ledesma, uno de los guardias de seguridad, que también oficia como personal de mesa de entrada.

-Me pagan recién el 13, pero quiero saber si en esa fecha va a haber bancos-, le consulta un señor de suéter rojo.

-Acérquese al marco de la puerta, sin ingresar, que ahí un persona del banco le va a responder la duda.

Responde Ledesma, vestido de negro pero con un barbijo de friselina turquesa que le fue provisto por el banco.

-Se me borraron los números de atrás de la tarjeta de débito y si bien me sirve para sacar plata del cajero, me faltan datos para poder pagar. ¿Podrán decirme cuáles son los números?

Pregunta otra mujer.

-Renovaciones y consultas por tarjetas no se están haciendo ahora. Pero párese ahí en el marco de la puerta, sin ingresar, y consulte.

-Yo tengo que cobrarle a una vecina, pero cobra los 11, hoy no. ¿Va a estar abierto?

-Pase al marco de la puerta, señora, sin ingresar.

María Pierina López, de 68 años, es una de las personas en la larga fila sobre la calle Mitre. Está vestida con pollera y tacos y tiene una bufanda con la que intenta cubrirse la boca cuando habla. Según cuenta, le avisaron que hoy cobraría el haber de abril los documentos terminados en 1. Por eso, tomó el subte desde San Telmo para retirar el total del monto por ventanilla, como hace cada vez que cobra.

Sin embargo, y según aclaró esta mañana en declaraciones a la prensa el vicepresidente del Banco Nación, Matías Tombolini, no se están pagando todavía las jubilaciones de abril, que según el cronograma oficial estarán disponibles "el 9 de abril en las cuentas y el 13 en las cajas". Las únicas jubilaciones abonadas hoy, dijo, son las "graciables".

"Yo tengo 68 años y ni un solo familiar, así que no puedo mandar a nadie a hacerme los trámites", dice López, mientras espera en la fila tal vez en vano. "Tengo que pagar el alquiler, las cuentas; todo el mundo está reclamando el dinero. Hasta los del teléfono me llaman hasta a las 10 de la noche para que les pague una factura vencida, pero no puedo porque el Pago Fácil al que voy está cerrado", explica.

Si bien la gran mayoría de las personas en la fila son jubilados, hay también algunos jóvenes como Zulema Maguna, de 23 años, que se acercó a cobrar la AUH porque perdió la tarjeta y telefónicamente no le dieron otra alternativa. Además, y según el calendario oficial, hoy cobran el Ingreso Familiar de Emergencia los beneficiarios de AUH con documentos terminados en 0, 1, 2 y 3.

Por fuera del Nación, en el resto de los bancos del microcentro porteño las colas son pequeñas o incluso en algunos no hay. En el banco Patagonia ubicado en la esquina de San Martín y Perón, por ejemplo, los empleados explican detrás de una puerta de vidrio que no abren que si bien hay 1600 jubilados asignados a esa sucursal, en la primera hora de atención recibieron solo a 10 clientes. "Acá estuvo tranquilo", dice uno casi con mímica.

Incluso en el Banco Provincia ubicado en San Martín y Mitre aseguraron que al abrir solo encontraron cinco personas aguardando y que hasta las 11 no habían ingresado más de una decena de clientes. Tiene sentido que, en el marco de la cuarentena obligatoria, quienes no estén obligados a cobrar en la sucursal en la que fue abierta su cuenta (algo que algunos bancos como el Nación sí exigen) se acerquen a las sucursales más cercanas a su domicilio.

Sin embargo, en algunos puntos del país hubo situaciones dramáticas. En el centro de San Justo (La Matanza), donde se concentran varias sucursales bancarias, adultos mayores y, en muchos casos, familiares que fueron a buscar el cobro en su representación. Formaron filas que dieron vueltas a la manzana y llegaron a una extensión de 400 metros. Allí fue difícil respetar el metro de separación necesario entre personas para cumplir con el distanciamiento social.

"Vine nueve y media de la noche. Vengo a cobrar el sueldo del mes pasado. Ya pedí la tarjeta de débito hace una semana pero todavía no la tengo", dijo un jubilado a Radio La Red mientras espera la apertura de un banco del lugar.

Una vez que abrieron las sucursales, las largas colas persistieron. Dentro de las sucursales bancarias no se pueden aglomerar los clientes, por lo que la espera debió hacerse en la calle. Además, los bancos atendieron con una dotación mínima de personal, situación que se replicará el fin de semana y las siguientes jornadas.

"Reabren los bancos exclusivamente para las prestaciones de Anses. Rogamos ir solo para trámites indispensables", remarcó el director ejecutivo de la Anses, Alejandro Vanoli, a través de su cuenta en Twitter.

Durante los próximos días, y hasta que haya nuevas disposiciones al respecto, las sucursales bancarias admitirán a personas "con las distancias de seguridad previstas en la resolución sanitaria" de modo que "el resto deberá realizar la fila fuera de la entidad bancaria".

Desde el sindicato La Bancaria, Eduardo Berrozpe dijo a Canal 13. "Cumplimos la disposición del Banco Central. Habrá servicios hoy siempre y cuando se cumplan las normas sanitarias. Deben respetarse las distancias mínimas entre los trabajadores. Y hay que pedirles a las personas que colaboren para preservarnos entre nosotros. Hay que programar adecuadamente estas acciones, si no se produce lo que está pasando: largas filas".

Con la colaboración de Damián Frydman