Coronavirus: la ciudad sigue desierta, pero se vio más movimiento tras el feriado
Colectivos casi sin pasajeros, taxis que pasan uno tras otro con sus carteles de libre y controles policiales. Esas son las postales que dejó en las calles de la Capital el aislamiento social obligatorio por el avance del nuevo coronavirus y que rige desde hace 13 días.
Según los datos de las áreas de Tránsito y Seguridad de la ciudad, la circulación vehicular bajó un 94%; en las diferentes líneas de subte, viajaron un 98% menos de pasajeros diarios que lo habitual (20.000 contra un millón), y los usuarios de trenes y colectivos descendieron un 96% y 88%, respectivamente, en los últimos días del mes pasado.
También hubo una fuerte caída del 70% en la circulación de las autopistas porteñas, según informó AUSA.
No obstante, esta tarde, en algunos barrios pareció percibirse algo más de actividad, tanto vehicular como peatonal. Pero las autoridades aclararon que ambos flujos se mantienen estables y que probablemente la situación se explicaba por la reapertura de los comercios autorizados tras el feriado de ayer.
En una recorrida de LA NACIÓN, por el barrio de Palermo se vieron largas filas en las puertas de supermercados, verdulerías y farmacias, y en otros locales de cercanía, como dietéticas y almacenes. En el Parque Las Heras, casi vacío, salvo por algunos vecinos que paseaban a sus perros, los juegos infantiles estaban vallados y algunas personas en situación de calle se recostaban en los bancos y otras revisaban la basura.
Una imagen de desolación invadió Recoleta y Retiro. Sobre todo, en la esporádica circulación de colectivos y taxis casi sin pasajeros. En las paradas de los primeros, se veía a pocos usuarios esperando las unidades.
En la zona de Las Cañitas fue donde mayor movimiento se percibió: había largas filas en los supermercados, y sobre todo, en los pequeños comercios. También, se podía ver un método que muchos locales optaron por usar para mantener la distancia social: atender desde la puerta.
Sobre las avenidas Del Libertador y Figueroa Alcorta abrieron comercios, en los que se repitió la misma imagen que en otras zonas: largas filas de clientes, que mantuvieron la distancia social recomendada. En distintos puntos hubo varios controles policiales, que detenían a conductores para pedirles los permisos de circulación para los grupos exceptuados por el decreto de necesidad y urgencia que ordenó el aislamiento.
Según las cifras de la Ciudad, desde el momento en que comenzó a regir la medida hasta ayer la policía porteña detuvo a 366 personas y otras 2924 fueron demoradas, notificadas o trasladadas al domicilio. También se secuestraron 114 vehículos en los 131 puestos de control que están desplegados en los accesos y puntos estratégicos de la Capital.