Coronavirus: "¿Tiene permiso?", la pregunta que hacen en los inflexibles retenes de la costa
PINAMAR.- El que durante la epidemia de coronavirus eligió plan de cuarentena junto al mar no tiene chances. Sin justificativo, ni siquiera llegará a pisar la ruta. "¿Tiene permiso, autorización laboral?", es la pregunta que se repite en los retenes policiales que, con presencia de distintas fuerzas, se advierten en el acceso a cada una de las localidades de la costa.
Los puestos se mantienen tanto para ingresos como para egresos, de tal manera que quien no es residente ya no puede entrar y aquel que tiene domicilio en otra ciudad queda al tanto que avanzar en el viaje significa ingresar en un callejón sin salida. En particular si el destino es Capital Federal, donde solo se habilitaron 29 pasos, todos con férreos controles, según anticipó ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Fréderic.
Un turista rosarino intentó convencer a los policías que debía viajar de urgencia por razones laborales. Dejó ante los efectivos de fuerzas provinciales y federales un cúmulo de argumentos que no alcanzaron para convencer. "Consiga el permiso y en ese caso podrá transitar", le remarcaron. Tuvo que dar la vuelta, avanzar en sentido al centro pinamarense. Salir le será imposible sin esa autorización.
Los controles se advierten en el ingreso a Mar del Plata, por la autovía 2. En el circuito costero de ruta 11 ocurre lo mismo en los accesos a Santa Clara del Mar, Mar de Cobo, Mar Chiquita, Villa Gesell, Pinamar y localidades del Partido de la Cossta. Con barandas en algún caso, con taludes de tierra o arena en otros, se bloquearon caminos alternativos para centralizar el control en un único punto.
La recorrida por estas rutas permite advertir un tránsito casi nulo. Excepcionalmente aparece algún vehículo, que en su mayoría corresponde a transporte de alimentos o combustible. Entre Pinamar y Gesell hay una pizca más de movimiento, propio de una dinámica local que vincula a ambas localidades y también a General Madariaga, desde donde llega buena parte de la fuerza laboral de estos balnearios.
En Pinamar la salida de automóviles implica afrontar dos puntos de seguridad. El primero a la altura de la rotonda previa a llegar al puesto de control caminero. Allí están efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Se pide documentación y se advierte sobre la situación de restricción para circular si el viajero no está encuadrado en las excepciones dispuestas por el gobierno nacional.
Unos 100 metros más adelante hay un segundo cordón, en este caso de Policía Federal. Allí se toma nota de quién sale y el destino. Hasta casi el mediodía nadie había salido de Pinamar.
Para el ingreso se mantiene la misma inflexibilidad desde el viernes, cuando comenzó a regir la cuarentena y se ponía fin a un incipiente arribo de turistas en toda la zona en vísperas del fin de semana largo. Desde entonces se sucedieron algunos casos con un mismo final: sin domicilio en el distrito, la alternativa era volverse a casa.
"Nadie puede salir si no tiene una justificación y nadie puede ingresar si no es residente", explicó a LA NACION el secretario de Seguridad de Pinamar, Lucas Ventoso. Puso como ejemplo un caso que se dio anoche, con dos personas oriundas de Tigre que pretendían instalarse en estas playas. Pusieron como excusa que venían a ver a su madre, que estaba residiendo aquí y necesitaba asistencia. "Salieron de allá violando la cuarentena y acá no se les permitió entrar, así que tuvieron que pegar la vuelta", indicó.
Por eso remarcó que frente a situaciones como esta, que se siguen dando aunque de manera aislada, no hay opciones sin un justificativo documentado. "La gente no puede salir ni entrar de nuestro distrito", explicó el funcionario.
En Villa Gesell la única alternativa para entrada y salida es el Acceso Sur. Frente a la sede de la Secretaría de Seguridad se montó también un puesto donde la policía y agentes municipales controlan por igual a quien ingresa y a quienes pretenden salir.
En el peaje de Mar Chiquita, sin personal y con barreras levantadas, efectivos bonaerenses se encargan de constatar que quien circule tenga el correspondiente permiso. Y lo propio hacen a la altura del Destacamento Camet, por ruta 2, oficiales de la policía provincial, Federal y de Seguridad Aeroportuaria frente a quienes pretenden llegar o irse de Mar del Plata.
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