Misa en la Catedral. Cromagnon: "La falta de justicia es atropello y avasalla la vida indefensa"
Lo dijo monseñor Lozano, obispo auxiliar de Buenos Aires
Tras una semana en la que el jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y los legisladores de la ciudad se enfrentaron con dureza en uno de los tantos escenarios que dejó la tragedia de República Cromagnon, un religioso tomó una posición en el tema: el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Jorge Lozano, solicitó ayer "que no se institucionalice la impunidad" por lo ocurrido en el local bailable de Once el 30 de diciembre del año último. Paralelamente, reclamó no poner "un manto de olvido" sobre la muerte de 193 personas.
"La falta de justicia es atropello y avasalla la vida débil e indefensa, que es la que más tenemos que cuidar socialmente", comentó monseñor Lozano en la misa que presidió en la Catedral Metropolitana por las víctimas de Cromagnon.
Si bien el colaborador del cardenal Jorge Bergoglio señaló que "siempre hay que perdonar", aclaró que eso no implica "de ninguna manera" no buscar la verdad y la justicia. "El perdón del cual nos habla el Evangelio no es un manto de olvido o la institucionalización de la impunidad", explicó Lozano delante de familiares y sobrevivientes de la tragedia del local bailable de Once.
Un momento especial
La cuestión es que las advertencias del obispo se produjeron en momentos en que el jefe del gobierno porteño acaba de recusar a cinco legisladores de la comisión que investiga las responsabilidades políticas en los hechos, por los que la Legislatura analiza si enjuiciará políticamente a Ibarra.
"La Justicia busca que cada uno se haga responsable de sus propios actos y de sus consecuencias, además de tener un valor educativo", aseguró monseñor Lozano. Y reiteró que "la ausencia de valores, la falta de justicia, la impunidad y la mentira nada tienen que ver con el perdón que nos enseña Jesús. Ni siquiera se parece un poco. La falta de justicia es atropello y avasalla la vida débil e indefensa, que es la que más tenemos que cuidar socialmente".
Cuando concluyó la misa, se rezó una oración interreligiosa en la Plaza de Mayo junto al árbol de olivo que se plantó en 2000 como compromiso por la paz por parte de diversos credos presentes en el país.
A modo de homenaje a los desaparecidos en la tragedia de Cromagnon, los familiares de las víctimas ensayaron un ritual emotivo: soltaron globos blancos con un mensaje escrito para cada uno de los jóvenes que murieron en aquel hecho.
La consigna de la convocatoria que reunió a cientos de familias fue clara: "Mientras esperamos la justicia, mantenemos nuestro corazón de esperanza y de misericordia".
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