De médicos a pueblos originarios y presos: el plan del Gobierno para vacunar a 23 millones de personas
De la mano de la llegada al país del primer cargamento de 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V, el Ministerio de Salud difundió un documento de 28 páginas en el que explicó cómo es el plan de vacunación.
El mismo fue evaluado en conjunto por los ministros de salud de las diferentes provincias, junto con las autoridades nacionales y el comité de expertos en salud que asesora al gobierno de Alberto Fernández. Según confirmó a LA NACION uno de los participantes del encuentro que tuvo Fernández con el equipo de vacunación, durante el evento también se análizó el documento.
Bajo el título "Plan estratégico para la vacunación contra la Covid-19 en la República Argentina", la cartera que conduce Ginés González García expuso los lineamientos de la campaña nacional, que podría comenzar la semana próxima. Estimaron que necesitarán 54.431.000 dosis para vacunar a los grupos prioritarios, que suman entre 23 y 24 de millones de personas.
En la página 15 del documento, que está publicado en la web del Ministerio de Salud de la Nación, se expone el número estimado de dosis y luego se explica: "Considerando que un esquema consta de la aplicación de dos dosis, calculando una tasa de pérdida estimativa del 15% (promedio entre presentaciones monodosis y viales multidosis) se alcanzaría a vacunar 23.000.000 -24.000.000 de personas".
En la página nueve, luego de explicar la pandemia y las diferentes tecnologías que se utilizan para hacer las vacunas, el documento indica los por qué de la estrategia escalonada para aplicar las dosis y los criterios que utilizaron para definirlos.
"Debido a la disponibilidad gradual de dosis de vacunas es necesario establecer el orden de prioridad de los grupos de población a vacunar en cada una de las etapas establecidas. Para ello, se ha considerado un marco bioético fundado en los principios de igualdad y dignidad de derechos, equidad, beneficio social y reciprocidad. A fin de constituir la priorización de las poblaciones a vacunar en las distintas etapas se contemplan también criterios establecidos en función del riesgo de desarrollar la enfermedad grave y complicaciones por Covid-19, la probabilidad de una mayor exposición al virus, la necesidad de mitigar el impacto de la Covid-19 en la realización de actividades socioeconómicas y la posibilidad de incidir en la cadena de transmisión", resumieron los autores del documento.
Luego, agregaron: "La provisión inicial de las primeras vacunas contra la Covid-19 que sean autorizadas será en cantidad limitada, dado que la demanda responde a las necesidades a nivel mundial. La producción se irá incrementando de forma progresiva y esto permitirá contar paulatinamente con una mayor disponibilidad del insumo".
"Es por esto que Argentina, al igual que otros países del mundo, implementará una estrategia de vacunación escalonada y en etapas, en la que se irán incorporando distintos grupos de la población definidos como 'población objetivo a vacunar' en forma simultánea y/o sucesiva, sujeta al suministro de vacunas y priorizando las condiciones definidas de riesgo", cerraron sobre este punto.
Función, gravedad y vulnerabilidad: los ejes para definir prioridades
El plan oficial se basa en tres directrices para definir los "criterios de priorización" para acceder a la vacuna contra el virus SARS-CoV-2. Estos son: Riesgo por exposición y función estratégica, donde están incluidos el personal de salud, de seguridad y docentes desde jardín hasta secundario. Riesgo de enfermedad grave que engloba a los mayores de 70 años, los adultos mayores que viven en residencias de estadías largas, los mayores de 60 y los que tienen entre 18 y 59 con algún factor de riesgo como diabetes y obesidad. El tercer grupo es definido por criterios de vulnerabilidad y allí mencionan a presos, pueblos originarios, residentes de barrios populares, indigentes y docentes universitarios, entre otros que pueden ser propuestos por las diferentes jurisdicciones.
El documento luego detalla que el puntapié inicial de la vacunación será en los grandes "aglomerados urbanos" del país por ser los lugares donde circula con mayor fuerza el virus SARS-CoV-2.
Del entrecruzamiento de estas variables surge el esquema de vacunación, que quedó definido de la siguiente manera:
- Personal de salud (escalonamiento en función de la estratificación de riesgo de la actividad)
- Adultos de 70 años y más. Personas mayores residentes en hogares de larga estancia
- Adultos de 60 a 69 años
- Fuerzas Armadas, de Seguridad y Personal de Servicios Penitenciarios
- Adultos 18 a 59 años de Grupos en Riesgo
- Personal Docente y No Docente (inicial, primaria y secundaria)
- Otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y la disponibilidad de dosis (como presos, pueblos originarios, residentes de barrios populares, indigentes y docentes universitarios)
El por qué de la diferencia entre los mayores de 60 y 70
Dentro de la estrategia se diferenció a los adultos mayores en dos grupos, ya que "la evidencia científica disponible demuestra que los adultos mayores de 60 años presentan mayor riesgo de enfermedad grave, hospitalizaciones y muerte por infección por SARS-CoV-2, representando este grupo en Argentina el 14,9% de los casos confirmados pero, al mismo tiempo, el 82,7% de los fallecidos", escribieron en la página cuatro del documento.
"A su vez, la tasa de letalidad por grupo etario en Argentina presenta un incremento sustancial por encima de los 70 años, que se evidencia claramente al observar que para todos los grupos de edad la letalidad promedio es de 2,7%, mientras que para el grupo de adultos de 70 años y más, esta cifra crece al 18,3% y alcanza un 30,1% en el grupo de 80 años y más", detallaron.
Consultado por LA NACION, Eduardo López, médico infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, definió al plan como "equilibrado" y similar al que se está llevando adelante en otras partes del mundo donde ya comenzaron a vacunar a su población.
"Es un plan muy bien balanceado que cumple con los criterios internacionales de por quién se debe empezar a vacunar. Lo que también debemos evaluar es que las vacunas lleguen en tiempo y forma, ya que, en el mes de enero, necesitamos cinco millones de dosis que incluyen las 300.000 de la segunda dosis de las que ya están en el país", dijo López.
El infectólogo agregó: "Creo que los médicos que no estamos en la primera línea nos vamos a vacunar en una segunda etapa. Tal vez en enero. Igual, recordemos que no es obligatoria la aplicación".
"Aquí la clave es vacunar antes de abril a los mayores de 60 años. Ese es el éxito del plan", cerró López.