Denuncian casos de brutalidad policial
Según estadísticas del obispado local, en la última década hubo 70 casos de inocentes asesinados por efectivos santiagueños
SANTIAGO DEL ESTERO.- "No creemos en la Justicia. No confiamos en la policía." Tal el lema con que se rigen las Madres del Dolor, un grupo de 120 mujeres cuyos hijos fueron víctimas de hechos de brutalidad policial.
Según las estadísticas de la Secretaría Diocesana para los Derechos Humanos, que depende del obispado local, en los últimos diez años se denunciaron 70 casos en los que inocentes fueron asesinados por efectivos de la policía santiagueña.
Este grupo de mujeres organiza marchas del silencio en las que participan casi doscientas personas. Son amenazadas y perseguidas. Periódicamente se reúnen frente al balcón de la gobernadora Mercedes Marina Aragonés de Juárez.
En la actualidad, la policía santiagueña está cuestionada por haber destruido la escena del crimen para desviar la investigación del doble homicidio de La Dársena y así favorecer a los asesinos de Leyla Bashier Nazar, de 22 años, y Patricia Fernanda Villalba, de 25.
Hace diez días, un testigo de identidad reservada reveló que ambas jóvenes fueron asesinadas por delincuentes que tienen vínculos con una banda de narcotraficantes que comercializaba droga con protección policial.
Gerardo Sueldo, el fallecido obispo de Santiago del Estero, fue el autor del lema que marca la actividad de las Madres del Dolor. Duro crítico de la actuación del caudillo justicialista, que gobernó la provincia en cinco períodos, Carlos Arturo Juárez, Sueldo falleció en septiembre de 1998 en un accidente automovilístico de extrañas circunstancias.
"Este doble crimen constituye uno más de los hechos que ocurren a diario en nuestra provincia. Este trascendió porque hay personas vinculadas con el poder relacionadas con los presuntos asesinos", dijo el abogado Juan Carlos Storniolo, asesor legal de la secretaría.
Según consta en los registros oficiales, los jefes de policía tienen poca vida dentro de la administración juarista. El promedio de duración del máximo responsable de la fuerza no supera los ocho o nueve meses.
A raíz del escándalo provocado por el doble crimen de La Dársena, la gobernadora relevó al jefe y al subjefe de la policía local, al secretario de Seguridad provincial y al subsecretario de Informaciones de la provincia, comisario general (R) Antonio Musa Azar, señalado como el verdadero hombre fuerte de la provincia en materia de seguridad.
"La policía de Santiago del Estero es un apéndice del poder político. Es la policía del ex gobernador Juárez y de su esposa, la actual gobernadora. Ellos son responsables de que la policía no se dedique a proteger a los ciudadanos. Además de los casos de gatillo fácil, recibimos muchas denuncias de torturas. Esto se debe a la mentalidad inquisidora de la policía, que carece de métodos de investigación y la única forma que tiene para resolver algún caso es a los golpes", señaló Storniolo.
La fuerza de seguridad cuenta con 5000 efectivos. La mayoría gana, en promedio, 400 pesos por mes. Aunque tienen medios para grabar en video a los asistentes a las marchas de silencio y seguir a los enviados de los medios porteños para la cobertura informativa del doble crimen, en la División Antidrogas, por ejemplo, no tienen perros entrenados en esas lides.
Según el informe elaborado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) un porcentaje muy bajo de los policías denunciados por los casos de gatillo fácil es condenado por la Justicia.
De acuerdo con el mismo estudio, la justicia provincial también aparece sumisa al poder político. "Acá no existe la independencia de poderes", sostiene Storniolo.
En 1995, un grupo de 25 abogados firmó una solicitada publicada en un diario local en apoyo a una candidatura a gobernador de Carlos Arturo Juárez. Hoy trece de los letrados firmantes trabajan como jueces.
Fusilados
Uno de los casos de brutalidad policial que más recuerda la provincia ocurrió en julio de 1997 y se conoció como la "masacre del barrio Contreras".
"Mi hijo, José Luis, fue asesinado por un grupo de policías que lo acusó de robar una pizarra. Estaba con otros chicos, a Federico Saracco le pegaron un balazo y lo dejaron cuadripléjico. A José Luis lo hicieron arrodillar y le pegaron un tiro en la cabeza. Estos policías pensaron que los dos chicos estaban muertos, los arrastraron hasta un monte y tiraron los cuerpos, como si fueran animales. Pero en realidad, Federico vivía. Cuando lo encontraron estaba a punto de morir", recordó Margarita Inés González, madre de José Luis.
A su lado, Juana Coronel, tía de Nora Coronel, asesinada en el prostíbulo del cuñado del ex gobernador Carlos Díaz, asegura que muchas de las madres, aún hoy, tienen miedo de salir a la calle a reclamar justicia.