Desesperada búsqueda de un avión que desapareció a pocos minutos de despegar
En la aeronave viajaban tres personas; partió anteayer desde el aeródromo de San Fernando con destino a Formosa
Nada. Absolutamente nada. Ni un rastro ni una señal que sugieran lo que pudo haber ocurrido con el avión desaparecido anteayer en el Delta , pocos minutos después de haber despegado -a las 14.30- del aeródromo de San Fernando .
En la aeronave viajaban tres personas: el piloto, Matías Ronzano; el copiloto, Facundo Vega, y el pasajero Matías Aristi, hijo del dueño del avión, un turbohélice bimotor, marca Mitsubishi, con matrícula LV-MCV, que tenía como destino final la localidad formoseña de Las Lomitas.
Según la breve comunicación entre el piloto y el controlador del aeródromo de San Fernando, que fue difundida ayer por los medios, la aeronave luego del despegue no fue detectada por los radares. "No aparece el código, no lo veo en pantalla", le dijo en más de una ocasión el controlador al piloto. Luego de varios intentos, y como seguía sin aparecer, el controlador se ajustó al reglamento de seguridad de aeronavegación y le pidió que regresara a San Fernando.
"Una aeronave no puede continuar su vuelo si no le funciona el transponder [el código para facilitar la identificación de los aviones en el control del tráfico aéreo]. Tiene que aterrizar en el aeródromo más cercano o en el de salida, que en este caso era San Fernando. Primero me dijo que estaba a diez millas, luego a 14. Le repetí que debía proceder a San Fernando, y ahí dejó de reportarse. Lo llamé y lo llamé. Pero nada." Así, a través de un audio al que pudo acceder LA NACION, el controlador de San Fernando reconstruyó cómo fueron los últimos minutos de comunicación con el piloto del avión, que pertenecería a la firma Aibal SA, una sociedad anónima dueña de una firma agropecuaria de la localidad bonaerense de Bragado.
La búsqueda de la aeronave comenzó anteayer por la tarde en una acción conjunta que involucró a los equipos de Prefectura Naval Argentina, policía de la provincia de Buenos Aires, Fuerza Aérea Argentina y la Administración Naval de Aviación Civil (ANAC).
En un primer momento se centró en la confluencia del arroyo Dorado y el río San Antonio. Luego, con algunos datos que dieron los vecinos que viven en la primera sección de islas, y que afirmaron haber escuchado algunas explosiones, las operaciones de las fuerzas de seguridad se trasladaron a la zona del delta del Paraná, entre el río Capitán y Toro.
Según un vocero de la ANAC, la búsqueda se retomó ayer, a las 8.10, "por la zona ubicada entre los ríos Luján y Paraná de las Palmas, porque una de las hipótesis era que podría haber tenido un siniestro a poco de salir. La última comunicación fue por celular de uno de los pasajeros a los cinco minutos de despegar".
Las tareas, que comenzaron ayer por la mañana, continuaron hasta las últimas horas de la noche.
"Se sobrevuelan y recorren las áreas definidas por el comité de crisis, a cargo del operativo en la zona del Delta. Bajo los correspondientes protocolos, las tareas se llevan adelante con aviones, helicópteros, lanchas de rescate y equipos terrestres", detalló la ANAC mediante un comunicado, en el que deja constancia que el área de búsqueda en la zona del Delta "es de máxima complejidad por las grandes superficies de agua, fuertes corrientes y densidad de la vegetación".
Según la opinión del experto en aeronáutica Claudio Carbone a la agencia de noticias Télam, "el avión tiene un sistema de balizas que al tocar el agua activa una señal en forma inmediata que es detectada por los radares, pero nada de eso sucedió". Para Carbone, la situación es "muy rara".
La aeronave LV-MCV fue vista por última vez anteayer a las 14.40, mientras estaba en vuelo sobre el espacio aéreo de Maschwitz/Escobar. Había partido desde San Fernando hacia una pista de aterrizaje en Las Lomitas, Formosa , según el plan de vuelo presentado, en el que figuraban dos pilotos y un pasajero.