Saldo negativo en la ciudad. Destrozos en la vía pública por los festejos de Año Nuevo
Apedrearon refugios de colectivos y quemaron una pantalla
El nuevo año encontró a la ciudad con varios destrozos en la vía pública: algunos festejos cruzaron la frontera de la racionalidad y las calles despertaron con la rotura de varios refugios de colectivos, como ocurrió en la zona de Retiro, o bien con otros estragos llamativos, como el incendio de una pantalla municipal y de cestos en la zona de Las Cañitas, en Palermo.
Una muestra de lo atípico de estas reacciones en la ciudad la dieron en el área de Salud del gobierno porteño, donde se indicó que por los festejos del Año Nuevo aumentaron los casos de personas asistidas en diversos hospitales como consecuencia de episodios de "violencia social", ya sea por peleas familiares o como producto de riñas callejeras.
En pleno Retiro, frente a la estación del Ferrocarril General San Martín, por ejemplo, 12 refugios de colectivos fueron apedreados en la madrugada de anteayer. Esto ocasionó la rotura de los vidrios que cubren la publicidad urbana.
Según informaron a LA NACION testigos de ese hecho, varios menores de edad que habitualmente transitan por la zona destrozaron el lugar en cuestión de minutos. "Son los chicos que habitualmente están en la plaza; rompieron todo y, si bien algunos fueron detenidos, al rato estaban nuevamente en el mismo lugar", indicó un empleado de un puesto callejero.
En el gobierno de la ciudad dijeron que estos refugios fueron dados en concesión a la empresa Spinazzola -poseen 40 en la zona de Retiro- y que es esa firma la responsable de su reparación.
Una quema por otra
En el caso de Las Cañitas, en la esquina de Báez y Chenaut, entre la 1 y las 3 de anteayer, un grupo de personas incendió una pantalla municipal y cestos de basura colocados en el bulevar. Curiosamente, tras la tragedia de Cromagnon, la Justicia había prohibido a una cuadra de allí, en Arce y Chenaut, el ritual de cada año: la quema de un muñeco grande de papel que representaba, a juicio de los vecinos, el personaje más nefasto del año que se iba (el último fue el de Ben Laden).
El secretario de Salud porteño, Donato Spaccavento, afirmó que "hay que intensificar más el trabajo en violencia social en Buenos Aires, porque es muy alta".
Según un relevamiento que realizó el SAME, en ocasión de los festejos por la llegada de 2006, 44 personas fueron atendidas en los hospitales porteños a causa de peleas o grescas.
"Lo grave es que en este nivel de exclusión que explotó en la década del 90, para un sector de la sociedad la vida casi no tiene valor", dijo Spaccavento a LA NACION.
Además, 31 individuos debieron ser asistidos por estar alcoholizados, cuando en 2005 sólo se habían registrado tres casos de ese tipo.
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