Dos historias con final feliz gracias a la acción de la justicia de los EE.UU.
La insistencia de los padres, cuyos hijos habían sido secuestrados, fue el inicio
Ella es argentina y vivía en Buenos Aires, pero se enamoró, cuando viajó a los Estados Unidos, de un ex marino con el que tuvo una hija. El, otro norteamericano, tuvo un destino similar: vivía en nuestro país, viajó al suyo, se casó con una estudiante y tuvieron dos hijos. Ambos sufrieron un idéntico destino, aun cuando no se conocieron: sus parejas secuestraron a los propios hijos. Pero finalmente lograron recuperarlos.
Marcela Sartori, azafata, volvió a reunirse con la pequeña Selena el 11 de abril último. Robert -su apellido y el nombre de sus hijos se omitirán, a pedido del entrevistado- se reencontró con los suyos el 3 de julio. Todos viven hoy en la Argentina.
En 1996, Sartori había viajado por trabajo a Miami. Entonces conoció a Michael White, de 42 años y ex marino norteamericano. Los primeros meses vivieron allí, hasta que ella quedó embarazada. Decidieron que Marcela se mudaría a la casa de sus padres, en el barrio porteño de Flores.
El 18 de agosto de 1999, en la Argentina, nació Selena White Sartori. El padre llegó luego del nacimiento y volvió a los Estados Unidos. Ocho meses más tarde regresó a la Argentina "arrepentido" por haber pasado tanto tiempo sin su hija. Era el 25 de abril de 2000, por la tarde, cuando dijo que llevaría a Selena a pasear. Marcela Sartori debió esperar dos años para volver a reunirse con su pequeña.
Tras ser extraditado desde los EE.UU. por pedido del juez de Instrucción Roberto Grispo, hace un par de meses, White permanece actualmente detenido en nuestro país. La solicitud de extradición fue aceptada por un juez norteamericano que autorizó el viaje de White, detenido desde hacía cuatro meses en Los Angeles.
En el primer encuentro que tuvo con su hija, Marcela insistió en llamarla Selena: ella sólo respondía al nombre de Jordan, la nueva identidad que le había dado el padre en los dos últimos años.
Sin noticias de su hija
En mayo de 2000, Sartori hizo una presentación ante el Juzgado de Menores N° 6. Tiempo después lo hizo ante la Cancillería. Pero los meses pasaban y Marcela seguía sin tener noticias de Selena. Entonces pensó que tal vez podría obtener mayor información in situ.
En los Estados Unidos pegó fotografías de Selena (las últimas imágenes que tenía eran de una beba de ocho meses y entonces la pequeña se acercaba a los tres años) y recorrió varios medios de comunicación latinos.
En febrero grabó una edición del programa "Marta Susana", de Univisión y, gracias a la tecnología que le agregó años a la niña, lograron ubicarla, por medio de la encargada de la guardería donde iba. White fue apresado al día siguiente y Selena fue restituida a su madre el 11 de abril.
El otro caso
Robert se había divorciado de su mujer norteamericana hacía cuatro años, pero ambos habían acordado que seguirían viviendo en la Argentina. Parte del acuerdo era que él pagara los boletos de avión para que su ex mujer y los hijos pasaran las vacaciones en los Estados Unidos entre diciembre y febrero de cada año.
Así sucedió durante tres veranos consecutivos. A mediados de enero último, sorprendido porque no recibía noticias, fue a la casa que ocupaban en el Gran Buenos Aires. "Todo estaba cerrado y el pasto crecido. Por una ventana entreabierta pude ver el interior: estaba todo vacío. Ni siquiera estaban los muebles", recuerda.
Como la autorización para salir del país caducaba el 28 de febrero, debió esperar hasta entonces para hacer la denuncia. Una vez que hizo la presentación en la Cancillería, Interpol comenzó la tarea de localización. Tras varias semanas los ubicaron. Estaban en Estados Unidos, pero a 2000 kilómetros de donde iban habitualmente.
El 3 de julio último se presentó ante un juez norteamericano, que intentó por la mañana un acuerdo entre las partes. El fracaso hizo que a las 13.30 del mismo día comenzara el juicio. Un par de horas más tarde, el abogado de Robert había logrado desestimar el principal argumento de la madre para justificar la prolongación de la estada en los Estados Unidos.
"He sabido de restituciones de menores a Beirut. Y si bien es cierto que hasta el propio padre de los chicos admite que la mala situación económica que vive la Argentina hizo crecer los índices delictivos, no estimo que eso sea un factor que pueda poner en riesgo la vida de los pequeños", resumió el magistrado.
Algunos minutos después, los dos chiquitos se abrazaron a su padre y al día siguiente volvieron a la Argentina.
Todo lo que hay que saber
Residencia: para poder realizar la denuncia por el secuestro internacional de menores por parte de uno de los padres, es fundamental que el menor tenga su residencia habitual en la Argentina.
Trámite: el trámite se hace ante la Cancillería. Los formularios pueden obtenerse en la página de Internet www.menores.gov.ar o por teléfono al Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación. Quienes vivan en el interior pueden informarse en los juzgados de menores.
Sin equívocos: para disminuir las posibilidades de inconvenientes, las autoridades aconsejan a los padres que las autorizaciones para que los menores viajen fuera del país se hagan por un período determinado, que no se incluyan las palabras residencia o radicación, y que se especifique el país al que se dirige y el tiempo que permanecerá allí.
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