Dos secuestros en la Capital y el conurbano
Uno, del hijo de un directivo de fútbol
Dos secuestros en un día hicieron temer el retorno de los raptos extorsivos que, entre 2001 y 2004, aterrorizó a los habitantes de las zonas urbanas de la Argentina. En uno de esos casos, Pablo, el hijo de 27 años de Salvador Humberto Pérez, presidente de la sede social Capital del Club Independiente y comerciante del rubro inmobiliario, fue liberado ayer por la mañana en Villa Madero, partido de La Matanza, tras casi dos días de cautiverio.
Había sido secuestrado en la zona porteña de Once el lunes a la tarde, y por su rescate llegaron a pedirle a su padre 200 mil dólares. Los secuestradores conocían el nombre de su víctima y le llegaron a sugerir a su padre que le pidiera al presidente de Independiente, Julio Comparada, el dinero exigido.
Después del emocionado reencuentro, Salvador Pérez dijo que si bien su hijo no había sido golpeado, sus captores lo habían sometido a una fuerte presión psicológica y que no le habían dado de comer -sólo le pasaron líquidos- en los dos días que duró su cautiverio.
El presidente de la sede del club situada en Boyacá 470, en Flores, sostuvo que el secuestro de su hijo había sido planificado ("fueron directamente a buscarlo a él", dijo) y reivindicó el trabajo de la división Antisecuestros de la Policía Federal. Pablo Pérez fue liberado sin que se pagara rescate.
En Quilmes, un comerciante y su ex esposa fueron secuestrados anteanoche y liberados horas después, previo pago de un rescate de 600 pesos. Lo magro de ese monto hacer creer que, a diferencia del caso de Pérez, este fue un secuestro "al voleo".
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