La mafia de los taxis. Dos vertientes para un mismo delito
Algunas bandas copan las paradas, otras tienen apoyo desde otros vehículos
De acuerdo con los testimonios de algunos taxistas que -por cuestiones de seguridad- prefieren mantener en reserva su identidad, existen dos clases de organizaciones delictivas en el mundillo de los taxis: las que copan las paradas y las que utilizan los vehículos para asaltar a los pasajeros.
Un ejemplo del primer caso fue la conocida mafia de los taxis del aeroparque metropolitano, cuya actividad quedó bastante reducida cuando se decidió colocar una barrera y la tarjeta magnética para identificar a los choferes que salían desde allí con pasajeros.
También había una organización ilícita en las terminales de trenes de y de ómnibus de Retiro, Once y Constitución. En todos los casos, la banda intimidaba a todo aquel taxista ajeno a la parada que intentara levantar un pasajero. Varias investigaciones judiciales comprobaron que algunas de estas organizaciones pagaban una suma de dinero en la comisaría cercana para que los dejaran trabajar.
Con respecto al segundo caso, en lo que va del año, la Policía Federal detuvo a veinte delincuentes que integraban tres organizaciones distintas que se utilizaban para asaltar a los pasajeros.
En este caso, los delincuentes utilizan un documento nacional de identidad (DNI) falso y un registro de conductor que obtuvieron con ese DNI apócrifo, o bien compraron a otra banda que se dedica a falsificar ese tipo de documentos y certificados de antecedentes.
Con una identidad falsa, pero limpia y sin antecedentes penales, alquilan un taxi en alguna mandataria que maneja hasta cien vehículos y que tiene la necesidad de que esos rodados circulen y rindan.
Así, el delincuente sale a la calle y levanta pasajeros. El falso taxista está en comunicación con cómplices que, generalmente, lo siguen desde una moto u otro vehículo de apoyo. En un momento determinado abordan el taxi y allí comienza un raid delictivo en el que la víctima es asaltada, golpeada y a veces, asesinada.
Opiniones en negro y amarillo
Salvador, en Aeroparque
- "La situación es decididamente desesperante: trabajamos cada día menos y la gente nos tiene miedo. Pero yo, que hace 40 años que estoy en este oficio, también siento temor."
Mariano, en Aeroparque
- "Creo que el problema puede ser resuelto: deberían aumentar los controles vehiculares en forma permanente. Si la policía se lo propone, en dos días no hay más mafia."
Enrique, en Recoleta
- "Esto nos perjudica mucho; creo que la solución es que la policía exija documentación a los taxis. Los controles deben ser continuos, no sólo en los días posteriores a los robos."
Daniel, en Recoleta
- "Creo que los robos no son cometidos por taxistas; son ladrones disfrazados. Usan a las mandatarias de taxis como una perfecta pantalla para salir a delinquir."
lanacionar