El anfitrión del Edificio de los Pavos Reales

Hasta que no se atraviesa la puerta del pequeño Bed & Breakfast ubicado dentro del histórico Edificio de los Pavos Reales, en Balvanera, uno jamás podría imaginarse cuantas representaciones se pueden encontrar en Buenos Aires del curioso y bello animal que le da nombre al inmueble.

Sobre la avenida Rivadavia al 3200, el peculiar edificio de 25 metros de ancho sobresale del común de las construcciones de la zona, ya que en su fachada rosa resaltan los ocho pavos reales esculpidos en piedra, de casi dos metros de largo, enfrentados de a pares bajo los ventanales de la primera planta.

En este particular sitio, Kevin Dwyer, un actor estadounidense, vino a la Argentina para cumplir su sueño de instalar este pequeño alojamiento, que en los últimos dos años recibió el premio al mejor Bed & Breakfast de Sudamérica por el sitio en Internet que engloba y califica a este tipo de emprendimientos a nivel mundial.

El carismático empresario estadounidense cambió las tablas de la escuela de teatro Juilliard, en Nueva York, donde fue compañero de clase del consagrado actor Kevin Spacey, por la aventura de venir a la Argentina a estudiar español y elegir, junto a su socio Diego Feldman, la locación de este emprendimiento.

"Siempre tuve la idea de tener un Bed & Breakfast, y en el momento en que el turismo explotaba en Buenos Aires, creí que era la gran oportunidad. Estaba buscando una casa o un PH con dos o tres habitaciones, cuando una amiga me llamó y me dijo que había un departamento de locos en un edificio muy especial", explicó Dwyler, sin saber que estaba frente a una construcción que desde 2001 figura en el listado de obras "con protección estructural" del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Luego de varios meses de restaurar el lugar, Dwyler decidió irse a vivir allí y atender personalmente a sus huéspedes, a quienes describe como increíbles personas de varias partes del mundo con una riqueza propia particular, que lo lleva a decir que es un privilegiado en disfrutar del trabajo que le permite conocer a cientos de "personajes del mundo".

"Muchos del los turistas que se alojan en el Edificio de los Pavos Reales, vuelven de sus recorridas por los mercados o casas de antigüedades de la ciudad con pequeños objetos con forma de pavo real o alusivos al animal", explica el empresario, que destaca lo "maravillados" que se sienten sus huéspedes de vivir por unos días en ese lugar, donde se resalta las características propias del estilo Art Nouveau en Buenos Aires.

Un lugar especial. El edificio es obra de Virgilio Colombo, el reconocido arquitecto italiano que fue convocado por el Gobierno para la decoración del Palacio de Justicia, que en 1910 estrenó su sede sobre la calle Talcahuano.

Colombo inauguró el Edificio de los Pavos Reales en 1912 para uso residencial, siendo la construcción más elevada de la zona en ese tiempo. Se trata de una casa de departamentos de tres pisos y dos cuerpos; seis en el primero y ocho en el segundo, de dos y tres ambientes, respectivamente.

"La mitad de mi trabajo es abrir la puerta, del resto se encarga el edificio. Tengo contacto con gente de todas partes del mundo. ¿En qué otra profesión puedes entablar este tipo de relación? Soy un privilegiado", admite Dwyler.

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