En el Teatro Colón. El gobierno porteño debe pagar por una muerte
La indemnización es de 300.000 pesos
El gobierno porteño fue condenado a indemnizar con más de 300.000 pesos a la familia de un crítico de arte que murió a raíz de un accidente en el Teatro Colón, al intentar bajar una escalera. La medida fue dispuesta por la Cámara Civil, que basó su fallo en las precarias condiciones de seguridad en el edificio.
El crítico, que había ido al Colón a visitar a un amigo, intentó salir por la puerta de la calle Tucumán; y cuando comprobó que estaba cerrada solicitó ayuda para encontrar una salida alternativa. En el trayecto, al no haber sido acompañado, equivocó el camino, y al entrar en un lugar oscuro, cayó al vacío lo que le produjo el deceso. Se fracturó el cráneo y murió en el acto. Fue en abril de 1999 y ahora la Ciudad -responsable del Colón- deberá indemnizar a la familia de la víctima.
Murió al instante
La muerte de Miguel Tarczydlo, un hombre de 71 años que era representante de droguerías y también crítico de arte, pasó en aquel momento completamente inadvertida. Sin embargo, la sala B de la Cámara Civil confirmó un fallo que había dictado el juez Daniel Alioto, que condena al Estado porteño a indemnizar con 215.000 pesos a la viuda y a los cuatro hijos de Tarczydlo. Con los intereses desde el momento del hecho, más los honorarios, la cifra superará los 300.000 pesos.
La defensa del Estado porteño fue que Tarczydlo no aceptó que lo acompañaran hasta la salida, que se trató de un caso fortuito y que en alguna medida hubo culpa de la víctima, porque no tenía nada que hacer en ese lugar. Sin embargo, los jueces rechazaron estos argumentos, señalaron que el lugar era muy peligroso, que debió de haber estado iluminado y que hubo negligencia de los empleados del teatro.
El hombre cayó en una zona que se encontraba totalmente oscura, al tropezar con una baranda de 50 centímetros de altura que estaba cubierta por una cortina. Aparentemente, cuando cayó, quedó envuelto en la cortina y por eso no pudo poner los brazos o acomodar el cuerpo para amortiguar la caída.
Según el fallo, el hecho sucedió por falta de "diligencia" y "cuidado" que debió tener el personal del teatro con las personas que ingresan allí, en especial cuando no hay función; y más aún cuando se trata de lugares de ingreso y egreso que no son de público conocimiento. Según la sentencia, la zona era "una verdadera trampa de características mortales".
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