El triple crimen de San Vicente. El hijo habría matado al padre por dinero
Lo acusan también de asesinar a su abuela y a su madrastra porque suponía que ocultaban US$ 10 millones en la casa quinta
LA PLATA.- El hijo del comerciante Jorge Cantero, asesinado en la noche del sábado último en su casa quinta de San Vicente junto a su madre y a su concubina, quedó detenido ante la sospecha de que pudo haber matado a la familia para quedarse con diez millones de dólares que habrían cobrado.
Los indicios contra Axel Cantero, de 18 años, cobraron fuerza cuando un amigo del joven, que lo habría ayudado en el triple homicidio, Gustavo Muñoz, de 31 años, intentó suicidarse cuando la policía lo fue a buscar a su casa.
El fiscal Marcelo Martini tiene previsto imputarlo hoy como coautor del múltiple asesinato, dijeron fuentes judiciales a LA NACION.
Axel Cantero fue quien encontró los cadáveres en la madrugada del domingo y sería también quien decidió eliminarlos, movido por la codicia: al parecer, creía que había diez millones de dólares enterrados en el lugar.
El fiscal se basó en dos elementos para tomar esa decisión: el testimonio de una pareja amiga de los imputados y el hallazgo de lo que podría ser el arma homicida, en la casa de Muñoz.
Axel había llamado a la comisaría anteayer en la madrugada para denunciar que había encontrado los cadáveres de su padre, de 52 años; de su abuela Norma, de 78, y de la pareja del comerciante, Giselle Minod, de 34.
El hallazgo
Los cuerpos estaban en el comedor diario de la vivienda, lindante con la cocina, en medio de un charco de sangre. Los habían matado a balazos. A las mujeres les dispararon primero en el pecho y las remataron con un tiro en la nuca; el hombre recibió un solo tiro, también en la nuca.
En la casa había una treintena de armas, pero sólo faltaba una pistola Pietro Beretta calibre 7.65, que Cantero guardaba en un cajón. Las víctimas fueron ultimadas con un arma de ese calibre. Axel Cantero había presentado una coartada que, al principio, pareció sólida: dijo que el sábado por la tarde había ido a jugar al pool y a los videojuegos con Muñoz y con una pareja amiga, en un shopping de Temperley, lejos de San Vicente. Señaló que estuvieron allí varias horas y que volvieron por la noche.
El joven mostró a la policía los boletos de colectivo con los que pretendía comprobar los viajes realizados y cuatro tarjetas usadas para jugar en las máquinas. Dijo que había regresado a la quinta de madrugada y que a las 2.30 había hallado los cuerpos.
Sin embargo, según fuentes de la investigación, ni él ni Muñoz habrían viajado a Temperley. Sólo habrían ido sus dos amigos, que luego le dieron a Cantero los pasajes y las tarjetas para proporcionarle una coartada.
A los investigadores, el presunto móvil del triple crimen les resulta extravagante. Axel Cantero estaba convencido de que en algún lugar de la quinta había diez millones de dólares enterrados, que pertenecieron a su abuelo, Pepe Cantero, ex dueño de una cadena de zapaterías.
Los investigadores dudan de que ese dinero exista. Alguna vez la familia gozó de una buena posición, pero la crisis económica diezmó el negocio fundado por Pepe y la empresa familiar quebró en 1997. Ultimamente, Jorge Cantero sobrevivía vendiendo artículos de limpieza que compraba al por mayor y luego fraccionaba en su casa.
Al principio, la policía analizó varias hipótesis. La más fuerte era la de una venganza personal. Otras posibilidades eran la de un robo que terminó en masacre (alguien sustrajo unos 700 pesos de una lata que había en el lugar) y la de un crimen pasional. O eso fue lo que transmitió a la prensa, para que no se ventilara la hipótesis más firme y, de esa manera, no se perjudicara la investigación.
Paso a paso
Lo primero que llamó la atención del jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata, Osvaldo Guilino, fue que Axel Cantero había dicho que, tras encontrar los cadáveres, corrió cinco cuadras hasta la casa de Muñoz, para contarle lo ocurrido y pedirle ayuda.
"Pero el chico tenía las zapatillas y el pantalón limpios. Esto no era posible porque había corrido por calles llenas de barro. No le creí", dijo el jefe policial. En efecto, la tarde anterior al homicidio había llovido.
Las dudas aumentaron anteanoche, cuando Muñoz fue interrogado durante seis horas. Su declaración estuvo llena de contradicciones y salió de la comisaría 1a. muy nervioso.
Ayer por la tarde, el fiscal, acompañado por policías de la DDI platense, se presentó en la casa del sospechoso para tomarle una nueva declaración. Pero el joven se ocultó en el baño y se hizo negar. Martini regresó. Poco después, Muñoz intentó suicidarse cortándose el cuello con un cuchillo. Está internado fuera de peligro. En su casa se encontró la pistola Beretta 7.65 del empresario muerto.
Más tarde apareció el segundo elemento clave: la pareja de novios que dijo que había viajado con Cantero y con Muñoz se quebró y confesó todo ante el fiscal Martini, que tomó las declaraciones en forma manuscrita.
Sólo ellos habían viajado y habían comprado las cuatro tarjetas para demostrar que todos habían estado allí. Los jóvenes se mostraron arrepentidos, pero aseguraron que ellos no sabían que estaban ayudando a cometer el triple homicidio. Por ahora, son sólo testigos; el fiscal no había pedido anoche el arresto de aquéllos.
Fueron ellos quienes le contaron a la policía la historia del dinero supuestamente oculto en la quinta, que habría sido el móvil del crimen.
Axel Cantero fue aprehendido más tarde. La policía lo encontró en el cementerio de la Chacarita, donde ayer enterraron a su padre. El fiscal pretendía tomarle otra declaración, pero los acontecimientos determinaron que el muchacho quedara preso, a la espera de que el juez César Melazo decidiera si lo imputa.
"Los ejecutaron"
- El fiscal de La Plata Marcelo Martini, que interviene en la causa, confirmó las aprehensiones del hijo de Jorge Cantero y de un amigo de aquél, identificado como Gustavo Muñoz, y estimó que hay indicios "de que buscaban dinero. Fue una cosa realmente tenebrosa... los ejecutaron. No sé cuál de los dos gatilló, pero entraron y tiraron", afirmó el fiscal al hablar por Radio Mitre. El fiscal también confirmó que en la casa de Muñoz se encontró el arma Beretta calibre 7.65 usada para el triple asesinato. El funcionario judicial dijo que Cantero, que vivía en Córdoba, tenía una "buena relación con su padre".
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