El papa Francisco nombró a un religioso para investigar las denuncias de abuso el Instituto Próvolo
Se trata del obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey; suspendieron la audiencia que trataría la prisión domiciliaria para la monja Kumiko
El papa Francisco designó al obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey, para investigar los casos denunciados por abuso sexual en el Instituto Próvolo de Mendoza y la capital bonaerense.
El comunicado enviado por la nunciatura apostólica y que difundió hoy la agencia AICA, indica que "la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica nombró a monseñor Alberto G. Bochatey OSA, obispo auxiliar de La Plata, comisario apostólico ad nutum Sancta Sedis para todas las comunidades y los sodales de la Compañía de María para la Educación de Sordomudos."
El comunicado de la nunciatura apostólica subraya que este oficio de comisario implica la atribución a monseñor Bochatey de "todas las competencias que el derecho propio del Instituto y el derecho universal de la Iglesia Católica atribuye al gobierno del Instituto religioso en cuestión".
Esta mañana se suspendió la audiencia que definía la prisión domiciliaria de la monja Kumiko Kosaka, de 42 años, imputada por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante cometido contra menores hipoacúsicos, en hechos ocurridos hace aproximadamente una decena de años en el Instituto Próvolo de Luján de Cuyo.
Desde la Asociación Xumec, para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos, el abogado Sergio Salinas informó hoy que por la petición de la defensa técnica de Kumiko Kosaca se suspendió la audiencia de prisión domiciliaria. "La defensa cuestionó la pericia oficial como `desfavorable´ y pidió que se incorporen más pruebas periciales", explicó el letrado.
En Mendoza, la Justicia mendocina investiga al menos 27 denuncias contra los sacerdotes Nicolás Corradi, de 82 años, y con denuncias previas por el mismo delito perpetradas en una casa religiosa de Verona (Italia), y Horacio Corbacho, de 55, además de la monja Kumiko y tres empleados del instituto, identificados como José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez, todos procesados por abuso y en prisión.
La semana última, los querellantes pidieron que se impute además a nueve personas y se llame a declarar a 200 ex alumnos del Instituto Próvolo en la causa que investiga el abuso sexual de 25 niños y adolescentes hipoacúsicos que concurrían a ese centro educativo vinculado con la Iglesia Católica en la ciudad mendocina de Luján de Cuyo.
"Que se cite a declarar a todos los alumnos que asistieron al Instituto entre el año 1998 al 2016, que según el registro de la institución serian 200", informaron fuentes judiciales sobre la solicitud presentada en la Justicia.
Se trata de ex empleados que cumplían diversas funciones dentro de la institución religiosa, quienes no podrían desconocer los graves hechos ocurridos allí. "En siete de los casos se vincula con omisión; son aquellos que sabían y no hicieron nada frente a estos abusos; los otros dos son personas que cometieron los abusos", explicó Salinas.
Los abusos sexuales cometidos por curas y civiles se conocieron en noviembre del año pasado cuando una joven sorda se lo comentó a una allegada por lenguaje de señas e inmediatamente la Fiscalía logró las detenciones e imputaciones por los delitos vinculados al abuso sexual agravado por guarda y corrupción de menores.
En tanto este verano, la Dirección General de Escuelas de Mendoza cerró el instituto y derivó a los alumnos sordos, algunos de los cuales pasaban la semana allí internados, a otros centros educacionales cercanos.
Con información de Télam