El satélite argentino, en órbita
Inconveniente: los científicos se preocuparon porque las baterías no respondían; finalmente se solucionó.
FALDA DEL CARMEN, Córdoba.- Fue un debut con susto pero, finalmente, el SAC-A, el primer satélite de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), desarrollado y construido íntegramente en el país, entró en órbita.
Fue a las 2.34 de la mañana, durante la primera recepción del SAC-A desde la antena de Wallops, en las cercanías de Washington D.C. (Estados Unidos). En ese momento, el satélite apenas había sido lanzado desde el trasbordador espacial Endeavour y los técnicos constataron que el nivel de consumo de las baterías del aparato era superior al esperado.
Los encargados de la misión entonces decidieron apagar el satélite y cancelar las recepciones de datos programadas para las próximas horas, en espera de que el descanso y la exposición al sol le hicieran recuperar energías. Por ello el suspenso se mantuvo hasta que el SAC-A quedó al alcance de la antena de Córdoba, al mediodía. Sólo entonces podía saberse si la batería se había recuperado o no.
El satélite escuela
Exactamente a las 12.29 de ayer, el SAC-A ingresó en el área de cobertura de nuestra antena. Venía de sobrevolar las costas de California, México y Perú y atravesó la Argentina a 25.000 kilómetros por hora en dirección Sudoeste (pasó justo por arriba de Buenos Aires). Lo hizo en menos de nueve minutos, pero ese breve lapso alcanzó para que los técnicos se abrazaran al constatar que finalmente la batería se había recuperado más rápido de lo que esperaban.
El viaje del pequeño satélite de 68 kilogramos comenzó el 4 del actual. Desde aquel día y hasta la madrugada de ayer, el SAC-A permaneció en la bodega de la nave, mientras los astronautas cumplían su histórica misión principal: ensamblar el primer módulo norteamericano a la flamante Estación Espacial Internacional.
El momento más esperado por los técnicos de la Conae llegó ayer, a la 1.30 (hora de la Argentina), mientras el transbordador sobrevolaba los cielos de India y de Paquistán a unos 380 kilómetros de altura. Fue entonces cuando el comandante del Endeavour accionó los mecanismos que liberaron al SAC-A de su contenedor.
Así, el satélite comenzó una misión de un año de duración, destinada a poner a prueba nuevas tecnologías que serán utilizadas luego en el SAC-C, un satélite de teleobservación de la Tierra que está en plena construcción, y se espera que sea lanzado a fines del año próximo.
El SAC-A servirá también para que los técnicos de Conae adquieran experiencia en el manejo de satélites en vuelo y puedan superar contingencias como la de ayer ni bien salió al espacio.
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