En las aulas hubo clima de tribuna y ausentismo
El 30 por ciento no asistió a clases
"¡Uh!", cuando el rival tomaba la pelota; "¡Noo!", cuando le anularon un gol a Crespo; "¡Sí!", cuando Saviola encaraba al arco; "¡Sh!", para pedir silencio y seguir concentrados en el juego. Y cientos de aplausos, gritos, abrazos, cantos y alegría en cada uno de los seis goles que la Argentina le hizo al seleccionado de Serbia y Montenegro. Es que para los alumnos que vieron ayer el partido del seleccionado nacional en sus colegios fue una mañana inolvidable.
En la escuela N° 18 de Villa Crespo los chicos se reunieron en el comedor frente a un televisor que llevó una de las maestras, ya que el del colegio no funciona. "Fue un golazo. Juegan muy bien, aunque falta que la gente los aliente", dijo poco después del primer gol la alumna Verónica Pasquali, de 6° grado.
Miss Paula, la docente de inglés del colegio, estaba en el medio del aula con una bufanda celeste y blanca. "Me encanta. Pero sufro un montón. Le pedimos a la secretaria Rosa que no se vaya porque cuando ella entró se produjo el primer gol", contó la docente.
¿Están contentos con los goles?, preguntó esta cronista a un grupo de varones. "No estamos contentos, estamos re-contentos", respondió con énfasis y una sonrisa Cristian, de 6° grado. Otros chicos contaron con entusiasmo los trabajos que estuvieron haciendo en estos días en matemática y lengua sobre el Mundial. Así, concluyó el 3 a 0 del primer tiempo, que bien mereció un fuerte aplauso.
El segundo tiempo comenzó en el Liceo Franco Argentino, en Belgrano, con camisetas, gorros y rostros pintados con la bandera de la Argentina. Aplausos al ingresar Messi. "¡Qué nervios!"; "no pensaba tantos goles", comentaban las chicas de 7° grado que estaban sentadas, unidas por una bandera argentina sobre sus piernas. Con el cuarto gol todos saltaron al unísono como una ola que se eleva con ímpetu.
"¡Volveremos a ser campeones como en el 86!", cantaron e inmediatamente llegó el quinto gol. Y luego: "¡Uno más y no queremos más!". Y llegó también. A estas alturas esta cronista más que escribir quería también saltar. "El fútbol es una fiesta, un deporte íntegro", dijo el director del establecimiento, Ricardo Polo. Difícil definir la expresión sonora que se propagó al terminar el encuentro. Una especie de grito entonado y alegre.
A clase, a estudiar...
Si bien el gobierno porteño y el de la provincia de Buenos Aires autorizaron a los colegios a ver los partidos de la selección argentina, no todas las escuelas encendieron los televisores.
El Colegio Nacional de Buenos Aires, así como otros institutos privados, no autorizó a los alumnos a ver el partido. "El chico tiene libertad para decidir si viene a clase o no. Tuvimos un 50 por ciento de ausentismo. Pero los que vinieron tuvieron clases normalmente. Los chicos tienen derecho a tener clases", comentó a LA NACION Arnoldo Siperman, vicerrector de la institución.
En el sur de la ciudad de Buenos Aires, el ausentismo en las escuelas públicas primarias fue aproximadamente de un 5%, mientras que en el norte alcanzó el 18 por ciento. En el nivel medio, el ausentismo llegó al 20% en la zona sur y trepó al 55% en la zona norte. En promedio, el ausentismo fue del 30% en las escuelas públicas.
En la provincia de Buenos Aires, según un relevamiento de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, en el turno mañana se registró entre un 40% y un 50% de ausentismo, mientras que por la tarde varió del 25% al 35%. Los porcentajes más altos se advirtieron a partir de séptimo grado.
Con excepción de la provincia de Catamarca, el resto de las jurisdicciones no impidió que los alumnos vieran los partidos de la selección argentina en la escuela. Incluso, el Ministerio de Educación de la Nación elaboró un cuadernillo que distribuyó en 30.000 escuelas de todo el país con actividades pedagógicas para abordar en las clases el tratamiento del Mundial en los medios de comunicación.