Una tendencia que comenzó hace un lustro y sigue en alza. En menos de un año se abrieron más de 100 albergues
Sólo en la Capital existen 67 hostels
Abrir un hostel (albergue preferentemente utilizado por jóvenes) en la Argentina parece estar de moda. Estos estos establecimientos de clima festivo, ambiente informal y tarifas tentadoras para el viajero independiente provocaron un estallido sin precedente.
Hace cinco años sólo había 12 hostels, entre 2000 y principios de 2002 crecieron a 28, en el año último llegaron a 50 y hoy, en todo el país, ya suman 153, según datos de la Organización de Viajes para Jóvenes en Argentina.
El aumento de extranjeros que, desde hace dos años, visitan Buenos Aires atraídos por lo económico que les resulta el peso comparado con sus monedas de origen es una de las causas principales para que la cantidad de hospedajes haya aumentado un 206 por ciento en menos de un año.
Marcelo Olivieri, manager de Aventura Inn, explicó: "Es lo mismo que pasó con los videoclubes y con las canchas de paddle en los ochenta, y con los maxiquioscos en los noventa", opinó.
De acuerdo con un informe realizado por el director del comité organizador de Encuentros de Hostels Independientes de las Américas (Ehila), Alberto Mosquera, de los 153 albergues que funcionan hoy, sólo 67 son porteños. Los 86 restantes están distribuidos por todo el país.
A pesar del crecimiento registrado por organizaciones privadas, los datos oficiales no pueden constatar formalmente este fenómeno.
La Subsecretaría de Turismo porteña tiene entre sus registros a 29 de los 67 que hay en la ciudad. "Es imposible conocer la cantidad exacta, aún hay muchos que están tramitando su habilitación", reconoció a LA NACION el vocero de Turismo local, Marcos Zapata.
"El aumento del número de visitantes como consecuencia del tipo de cambio fue la causa principal de este fenómeno", dijo a LA NACION Silvina Garay, secretaria de la cadena mundial Hostelling International (HI), la filial heredera de la Asociación Argentina de Albergues para la Juventud (AAAJ), que agrupa a 4200 locales en el mundo.
La Secretaría de Turismo de la Nación confirmó que se trata de un fenómeno en aumento: en menos de tres años hubo un salto de 1000 a 4000 plazas, sin contar los albergues que están por inaugurarse.
Pero este fenómeno no es exclusivamente argentino: también se impuso en América latina. Durante la primera reunión de Ehila, en noviembre último, se reveló que en 2003 la cantidad de extranjeros por la región se incrementó en un 40 por ciento.
"La saturación de destinos en Europa y en los Estados Unidos dio lugar a un nuevo nicho que es parte de un movimiento regional con mayor repercusión en la Argentina", explicó a LA NACION el director de esa entidad.
Después de la crisis
Muchos fueron los argentinos que aprovecharon la veta comercial que llegó con el turismo extranjero e invirtieron en albergues. Ese fue el caso de Nerina Sturgeon, una joven periodista que compró una casona y la recicló para abrir Casa Jardín Hostel Creativo. "A veces viene gente a pedirme consejos sobre cómo abrir un hostel", contó sorprendida.
Según el propietario de Milonga Hostel, muchos viajeros hacen escala en otros países de la región para conocer más lugares. "Alojé a varios chicos que recorrieron América del Sur", contó Juan Manuel Russo, que abrió un albergue en Barrio Norte.
Al finalizar sus estudios, Astrid Ossent decidió tomarse unas vacaciones y eligió América latina.
"En París tomé un vuelo a México y, desde ahí, comencé a bajar pasando por todas las ciudades importantes", contó -en perfecto español- la joven francesa que estaba ansiosa por su inminente viaje a Bariloche.
Hugh Kearney, un granjero neozelandés, de 35 años, contó que antes de llegar a Buenos Aires visitó Perú y Bolivia.
La consigna en estos lugares es sentirse como en casa. Casi todos ofrecen habitaciones dobles, pero lo típico es dormir en cuartos compartidos. Tienen éxito por sus bajos precios: entre 10 y 40 pesos.
Un espacio abierto a la cultura
Además de alojamientos y lugares de reunión, algunos hostels porteños también ofrecen actividades culturales para compartir.
A partir de marzo, Pablo Gueilburt, uno de los propietarios de Pampa Hostel, presentará una muestra fotográfica de paisajes urbanos argentinos.
"La idea es decorar el hostel empapelando las paredes de todo el edificio", contó. Funciona en Iberá 2858, Belgrano.
Casa Jardín Hostel Creativo, en la esquina de Charcas y Thames, también organiza diversos encuentros culturales. Hasta fines de marzo se expone allí la muestra fotográfica "El diario en la pared".
"Cada sala es una sección del diario empapelada con fotos de mujeres reporteras gráficas", explicó a LA NACION la dueña del lugar, Nerina Sturgeon. Charcas 4416, a las 16.
Dónde ubicarlos
Algunas direcciones: los turistas interesados en alojarse en hostels pueden, además, consultar las páginas Web con las características de cada albergue. Entre ellas,
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