Verano 2006: el balance que deja el recambio turístico. En Punta, ahora lo que sobra es lugar
Ya es notoria la merma de turistas
PUNTA DEL ESTE.- Sentarse a comer no bien se llega al restaurante -y, además, elegir la mesa-, atravesar La Barra de un extremo al otro en menos de diez minutos y flanquear la entrada de los boliches más concurridos sin ser un personaje VIP. Parece el paraíso, pero es Punta del Este a fines de enero.
El comentario que más suena por estas latitudes es que hay poca gente, a pesar de que ninguna autoridad se anime a reconocerlo. "El balance es positivo, en los hoteles hubo un porcentaje de ocupación similar a la primera quincena, que fue del 94 por ciento. Y las inmobiliarias también trabajaron bien, con niveles parecidos a los primeros días de enero", dijo a LA NACION Horacio Díaz, director general de Turismo de Maldonado.
Los que conocen el paño aseguran que para hacer una evaluación seria de la temporada hay que preguntar cómo les fue a las inmobiliarias, porque allí está el turista que permanece en el destino por varios días. Carlos Portella, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (Adipe), se mostró conforme con lo que dejó enero. "La primera quincena fue muy buena y en la segunda no se alquiló el 25%. Para febrero hay muchas consultas, pero pocas reservas."
Los resorts cinco estrellas, donde las habitaciones más económicas no bajan de los 300 dólares por noche, tuvieron una temporada excelente. En una recorrida por diversos establecimientos de la península, LA NACION comprobó que había disponibilidad en casi todos para el último fin de semana del mes, el mejor en cuanto a lo que al tiempo se refiere, de todo enero. "Vinimos directamente, sin hacer ninguna reserva, y conseguimos sin problemas. Un amigo que estuvo la semana pasada nos dijo que ya no quedaba nadie, y es cierto", comentó Fernando Torres, un argentino que vino por una semana y se hospedó en un hotel céntrico.
Si a principios de enero el idioma más oído era el portugués, en los últimos días del mes el acento que predomina es el chileno. Según cifras oficiales, se espera la llegada de 10.000 turistas de ese país, que contratan paquetes que incluyen traslado aéreo y alojamiento en hoteles de 3, 4 y 5 estrellas. "Históricamente, en febrero se recibe mucho turismo chileno porque para ellos es el mes fuerte de vacaciones. En los últimos tres o cuatro años descubrieron el Atlántico, que es mucho más cálido y seguro que el Pacífico", comentó Díaz.
En el Conrad esperan la llegada de más de 800 chilenos, es decir, un 10 por ciento más que en 2005. Y en el Barceló, otro hotel cinco estrellas, confirmaron que febrero será casi todo de los turistas trasandinos.