En Santiago los jueces no bajan la guardia
La policía ajustó los controles y la justicia federal aumentó los secuestros de contrabando
SANTIAGO DEL ESTERO.- La proliferación de pistas clandestinas es una realidad que se transformó casi en una obsesión para los funcionarios federales que actúan en esta provincia. Rectas alisadas que, con la espesura del monte a ambos lados, sirven para el perfecto descenso de avionetas cargadas de contrabando de drogas y cigarrillos, pilotadas mayormente por pilotos paraguayos, que, según los investigadores nacionales, son "los más osados y capaces a la hora de hacer aterrizar las aeronaves en estos terrenos".
Las autoridades locales coinciden con las de Gendarmería y de la justicia federal y dicen que los narcoaviadores "seleccionan un lugar que esté relativamente cerca de alguna picada o camino vecinal y con una topadora se elimina el monte [que, por lo general, tiene que ser bajo, sin árboles de gran porte], y después se le hace un alisado. El piloto tiene algunas referencias y desde el cielo ve la recta limpia y la camioneta con los estibadores esperando".
Los pobladores de los distintos parajes del interior santiagueño suelen ser testigos de estos aterrizajes o de los momentos en que avionetas que vuelan a baja altura arrojan la carga, que es esperada en tierra por otras personas que se desplazan en varias camionetas.
El gobierno de la provincia asegura que hace su aporte con el mayor control de las rutas que cruzan Santiago con personal policial en distintos operativos de inspección de cargas y vehicular.
"Es bueno aclarar que no se trata concretamente de pistas clandestinas, sino de caminos o de lugares con una extensión de 700 o 1000 metros, previamente alisados, que permiten el aterrizaje de estas naves de pequeño porte. Ha ocurrido que algunas naves, al aterrizar, han dado con grandes hormigueros o irregularidades del terreno y han roto el tren de aterrizaje, por lo que han abandonado las avionetas en el lugar. Otras veces, los vecinos, al ver vehículos sospechosos en el lugar, han avisado a la policía, lo que permitió decomisos. Nosotros hemos intensificado y aumentado notablemente los decomisos en tierra de drogas y cigarrillos por la mayor presencia policial en las rutas", afirmó el ministro de Justicia local, Ricardo Daives.
Para la justicia federal el tema es central, tanto que en los últimos años se incrementaron notablemente los secuestros y decomisos de cocaína, marihuana y cigarrillos.
Mejores resultados
"En nuestro juzgado trabajamos todos los días de manera intensa para detectar y desactivar estas pistas. Tratamos de hacerlo con trabajos de inteligencia, con la finalidad de no sólo encontrar el lugar de aterrizaje, sino de hacer los operativos cuando están bajando alguna carga", comentó a LA NACION un colaborador del juez federal Guillermo Molinari.
Desde que Molinari se hizo cargo del juzgado, primero como subrogante y, desde el 15 de abril pasado, ya como titular, se secuestraron cientos de kilos de marihuana, cocaína y cigarrillos provenientes de Paraguay, fueron detenidos estibadores y pilotos, se incautaron las aeronaves y se ordenó la destrucción de los terrenos desmontados y alisados.
En pocos años Molinari obtuvo mayores y mejores resultados que su antecesor Angel Jesús Toledo en casi dos décadas al frente de la justicia federal santiagueña. Toledo renunció, jaqueado por varios pedidos de juicio político. Otro de los que trabajaron intensamente sobre la proliferación de estas pistas es el ex fiscal federal y actual juez de Cámara del fuero Alberto Pravia.
Se recuerda aquí la denuncia del ex comisario Luis Lupieri, quien fue jefe del puesto caminero de Palo Negro, en el límite con Santa Fe, y aseguró que por allí "pasaban cientos de vehículos con drogas que, cuando se los paraba, se comunicaban con Musa Azar (ex jefe de inteligencia del juarismo, actualmente detenido por delitos de lesa humanidad y por el denominado doble crimen de La Dársena) y pasaban sin problemas".
Hoy, los controles son más intensivos y las tareas de inteligencia dan sus frutos, lo que explica la mejora en las estadísticas en cuanto a incautaciones de cocaína, marihuana y cigarrillos durante la corta gestión de Guillermo Molinari al frente del juzgado federal.
lanacionar