En siete días indagan al vecino que chocó con Barrantes
Por Oscar E. Balmaceda (Enviado especial)
TRES LOMAS.- La invasión terminó.
Así como en cuestión de horas los habitantes de Tres Lomas y Salliqueló se sorprendieron ante la llegada de decenas de periodistas de nuestro país y del extranjero enviados a cubrir los episodios que sucedieron a la trágica muerte de Susan Barrantes, no bien se inhumaron los restos de la madre de la duquesa de York asistieron al éxodo de esa embajada inquieta y no menos curiosa.
Ahora, solamente un puñado de cronistas recorre las inmediaciones de la estancia El Pucará y la primera de las localidades mencionadas en busca de los últimos detalles que cerrarán la primera etapa del caso. Mañana serán un recuerdo, que seguramente se sumará al folklore lugareño.
Es más, con el regreso a Buenos Aires de Sarah y Jane Ferguson, ocurrido ayer al mediodía, las novedades parecen haberse agotado y sólo resta esperar que el magistrado que se hará cargo de la causa, a partir del lunes próximo, indague a José María Rodríguez, el conductor de la Trafic que chocó con el Rover que conducía la mujer.
La diligencia seguramente se concretará a mediados de la semana entrante, oportunidad en la que se espera que lleguen también los resultados de los peritajes realizados por los especialistas de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
Un hombre angustiado
Mientras tanto, Rodríguez aguarda en su domicilio la hora de enfrentar al juez Roberto Rubio, acompañado por sus familiares y bajo permanente control psicológico, pues se desmoronó cuando, anteanoche, se le comunicó que en el accidente murió Barrantes, una persona a la que conocía desde hace quince años y a la que incluso su esposa le decoró la vivienda de la estancia.
Hasta entonces, el hombre sólo repetía que el sábado último, alrededor de las 21.15, vio una luz que, de frente, se le acercaba por la ruta provincial 23; cuando despertó, ya estaba en la cama del hospital. Nada más.
Por otra parte, por consejo médico nadie le reveló el resto de la historia.
Desde el martes a última hora sabe quién estaba detrás de "aquella luz" y no encuentra consuelo. Resta ahora que con su testimonio les ponga contenido a los instantes que precedieron a las 21.15, los que todavía aparecen tan oscuros como la noche de la tragedia.
Así como ya se habría establecido que la señora viajaba a menos de 130 kilómetros por hora antes de la colisión, que los air bags del Rover se activaron y que Susan Barrantes conducía con el cinturón de seguridad puesto, en las últimas horas se conoció el resultado del análisis de alcoholemia que se realizó a la muestra de sangre que se extrajo de su cadáver.
Según confió a La Nación un allegado a la investigación, "el test dio resultado negativo, lo que indica claramente que la viuda de Barrantes no consumió alcohol en las horas previas al accidente".
El estudio confirma la presunción que mantenía el juez a cargo de la instrucción, quien en diálogo con La Nación afirmó anteayer: "La señora era muy prudente".
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