En Villa de Mayo tiraron abajo el alambre del CUBA
Rapidez: el intendente Jesús Cariglino decidió, sorpresivamente, destruir el cerco del club y abrir las calles.
En una medida sorpresiva, empleados del Municipio de Malvinas Argentinas derribaron ayer los cercos que rodean al Club Universitario de Buenos Aires (CUBA), situado en Villa de Mayo. Así, el intendente, Jesús Cariglino, reavivó un viejo conflicto que -desde marzo de 1997- mantiene con los habitantes del barrio privado.
Los vecinos del club, entre indignados y asombrados, aseguraron ayer que las nuevas aberturas serían ilegales y que podrían convertirse en puertas de entrada para los delincuentes. Es que cuando que Cariglino destruyó los muros el año último, aumentaron los robos y los asaltos.
Más de 80 operarios de la municipalidad local removieron ayer, pasadas las 14, los alambrados perimetrales del CUBA. A la voz de "a arrancar el alambre", las cuadrillas trabajaron durante unas tres horas. Con rapidez y extrema prolijidad, quitaron también las cañas e intentaron, según el relato de testigos, llevarse las garitas de la seguridad privada.
"Las calles son públicas y deben estar abiertas a la sociedad -dijo Cariglino a La Nación -. Los vecinos están totalmente de acuerdo; han tomado esto como una actitud normal", aseguró.
En rigor, varios habitantes del lugar consideraron que se trató de un embate "incomprensible" del intendente municipal, que desobedeció una medida judicial que le impedía actuar en el perímetro del barrio privado.
No es la primera vez que esto sucede. Según recordaron, durante 48 años, el CUBAtuvo muros perimetrales. Pero el 18 de marzo de 1997, una ordenanza municipal anuló el permiso para que el club permaneciera cerrado, Cariglino dio luz verde a las topadoras, que arrasaron con algunos muros. Luego, cuestiones judiciales de por medio, los vecinos volvieron a cerrar el barrio.
Ayer el panorama era otro: sólo quedaban las marcas en la tierra de donde estaba el cerco con cañas.
"El intendente desconoció la decisión del juez", sostuvo la abogada Roxana Do Pico, vecina del barrio. "Lo que hizo Cariglino es inexplicable. Justo en un momento en que pensábamos que habíamos mejorado las relaciones", se enojó.
Viejas discusiones
El 30 de septiembre último, el Juzgado Civil y Comercial Nº 8 de San Martín dio lugar a un recurso de amparo presentado por varios vecinos del CUBA.
Dispuso -bajo apercibimiento de desobediencia- que el intendente "se abstenga de proceder a la remoción de la masa forestal (árboles, arbustos y plantas)", que se extienden en el perímetro comprendido por la avenida Maipú y las calles Manuel Artigas, Patricias Mendocinas, John F. Kennedy y Carlos Pellegrini.
Cariglino dijo ayer que conocía la medida del juzgado y que los árboles fueron respetados. Sin embargo, afirmó que actuó de acuerdo con una resolución de la Suprema Corte de Justicia que anuló la medida que permitía el cerramiento del country.
Esa resolución fue apelada por los abogados que representan al club, y aún no tuvo una respuesta definitiva.
Según Guillermo Gómez Riera, los 380 propietarios del club llevan gastada mucha plata como consecuencia del conflicto. Y reiteró el temor de los vecinos por el posible aumento de los delitos: "No quiero creer que Cariglino quiera ser el causante de que a nosotros nos roben", concluyó.
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