Verano 2006: hay 90 por ciento de ocupación en hoteles del valle mendocino. Esquiar en Las Leñas, la gran atracción
Los turistas disfrutan de la posibilidad de practicar ese deporte de invierno en la alta montaña y con un calor a veces sofocante
La propuesta de esquiar en remera y pantalón corto atrapó a tantos turistas como las mismísimas bondades naturales que ofrece el Valle de Las Leñas, en la alta montaña en época estival.
Cientos de visitantes colman desde el primer lunes del nuevo año la pista nevada mendocina. Y la ocupación hotelera alcanza el 90 por ciento, lo que convierte la temporada en una de las mejores de los últimos tiempos.
"Las primeras experiencias de los turistas con el esquí estival fueron muy emocionantes y todos lo practicaron con un espíritu muy especial: el de sentirse pioneros en la actividad. Las Leñas se convirtió en el primer centro de América del Sur en ofrecer esquí de verano para el turismo en forma masiva y llegaron muchos principiantes para aprender este deporte", dijo a LA NACION el director de alta montaña de Las Leñas, Fernando Passano.
Esta actividad se vio posibilitada por la acumulación de tres metros de nieve que dejó el invierno en la pista Iris, a 3400 metros de altura. La experiencia de deslizarse en verano tiene un aditivo que deslumbra a los foráneos: la maravillosa vista desde lo alto del valle y los imponentes cerros vecinos.
"Los últimos antecedentes de esta práctica se remiten a los casos aislados de andinistas o escaladores profesionales que descienden en esquí durante sus ascensiones a la montaña. La nieve acumulada durante el invierno fue tal que la posibilidad de esquiar en verano permanecerá durante todo este mes y el próximo. Y la preferencia de la gente por esquiar sin sufrir el frío colmó todas las expectativas", aseguró Passano.
El éxito se reflejó en una demanda creciente, a punto tal que los responsables del servicio proyectan ampliar el cupo diario de 32 personas -esperan poder sumar 16 más-, que son transportadas a las pistas superiores del complejo para esquiar en dos excursiones, una por la mañana y otra por la tarde.
Los turistas parten desde los hoteles hasta la pista Iris, donde la nieve se conserva en muy buen estado. Allí, los dos grupos -de 16 personas por turno- son trasladados en vehículos doble tracción Land Rover hasta la base del telesquí Iris y, desde allí, cada esquiador asciende por sus propios medios.
La excursión, que tiene una duración de cuatro horas y un costo de 70 pesos, entusiasma a los visitantes, que despuntan el vicio del esquí en una pista de 300 metros de largo por 80 de ancho.
Superficie suave
Además, la pendiente elegida es muy suave, lo que hace que el recorrido tenga un grado de dificultad accesible para que no sólo los entendidos puedan disfrutar de él. Y nadie repara en el calor, a veces sofocante.
Vale apuntar que las medidas de seguridad para aquellos que recorran las pistas veraniegas son muy rigurosas, ya que se asignó a un equipo de pisteros y socorristas para acompañar a los grupos de esquiadores en cada excursión. Esa fue una de las razones, precisamente, por la cual se limitó el número de esquiadores para no superpoblar el lugar y evitar accidentes.
Más allá de estas actividades, los turistas que están en Las Leñas también eligen otras actividades: disfrutan de cabalgatas, rappel, trekking y travesías en mountain bike, cuatriciclos y vehículos doble tracción.
Además, contratan excursiones de pesca, prácticas de rafting y paseos en kayak. "De todas maneras, el esquí es la vedette del verano, puesto que mucha gente que realizó esa actividad la volvió a repetir. Es más: las reservas para practicarlo están prácticamente tomadas hasta fin de mes y gran parte de febrero", comentó Passano.
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