"Estamos acá porque somos una familia"
El padre José María Di Paola se mostró conmovido y agradecido por el fervor que manifestaron ayer los vecinos de la villa 21-24, de Barracas, y de otros asentamientos precarios.
Al término de la misa de ayer, el sacerdote tomó el micrófono y se dirigió a la multitud: "Agradezco la presencia de todos. Ustedes son mi familia y me siento muy a gusto aquí, como todos los curas que habitamos en las villas. Hemos compartido momentos difíciles. A muchos de los que están acá les han pasado cosas graves en sus familias, que hemos pasado juntos. Y hoy estamos acá porque somos una familia".
Estas primeras palabras desataron la primera de las ovaciones que recibió Di Paola de parte de las 2000 personas que se acercaron a la parroquia Nuestra Señora de Caacupé, en plena villa, para apoyarlo. "Basta de amenaza, que el padre no se va" y "Pepe querido, la villa está contigo", cantaban, mientras aplaudían.
"Nosotros queremos vivir, no sobrevivir. ¿Por qué los chicos de la villa tienen que sobrevivir? Los que nos conocen saben que nuestra tarea, desde la época de los primeros curas de las villas hasta ahora, sigue siendo la misma", dijo Di Paola.