Estrangularon a una joven en Mar del Plata
MAR DEL PLATA.- En el primer caso fue una bufanda; en el siguiente, un monedero. Esta vez, en la boca de la víctima apareció su bombacha. Como si fuera la particular impronta de un mismo criminal. La aparición del cadáver de una joven de 17 años, estrangulada y con indicios de violencia sexual, remite a otros cuatro de similares características ocurridos entre 2000 y 2001.
El cuerpo fue hallado anteanoche, como en los homicidios referidos, camino a Santa Clara del Mar, a pocos metros de la ruta 11 y a pasos de la Agrupación Antiaérea (ADA) 601 del Ejército Argentino. Pero sólo se lo identificó ayer, luego de la autopsia, que confirmó la muerte por "asfixia mecánica por obstrucción respiratoria". Era María Leticia Filosi, de 17 años. Vivía con sus padres en el barrio General San Martín, en la zona sur de la ciudad. La primera inquietud por su paradero la hizo conocer su novio, Sergio Nicolás Córdoba, de 18 años.
"Salió a buscar trabajo ayer por la mañana y no volvió", dijo en la comisaría 5ª. Le pidieron que describiera a la chica y los policías no tuvieron dudas cuando el muchacho mencionó un detalle: el tatuaje de un Cupido que llevaba en la espalda, a la altura del omóplato derecho. "El pibe casi se desmayó cuando le mostramos la foto", contó un policía.
El cuerpo fue encontrado por un changarín que volvía a Santa Clara del Mar y que se apartó de la ruta 11 para hacer sus necesidades. No pudo avanzar demasiado: sobre la granza del camino que lleva a un complejo gastronómico abandonado estaba el bulto envuelto en plásticos y atado con algunos cables.
Los peritos trabajaron ayer sobre el cadáver. Confirmaron que Filosi murió asfixiada por sofocación y no por la bolsa que envolvía su cabeza. Además, hundida casi hasta la garganta, tenía su propia bombacha. "La prenda estaba desgarrada, arrancada", dijo una fuente de la investigación sobre este primer indicio de violencia sexual. También se tomaron muestras en la región vaginal que podrían corresponder a semen, resultados que el fiscal del caso, Alfredo Deleonardis, espera para mantener la carátula de homicidio o cambiarla por violación seguida de muerte.
Declaraciones
El funcionario recibió ayer declaraciones de los padres de la joven, de Córdoba y de un amigo de éste. Por ahora no hay sospechosos a la vista.
Se sabe que Filosi salió anteayer, aproximadamente a las 8, a buscar trabajo. Una fuente policial aseguró que tenía una entrevista laboral confirmada.
Están detrás de esa pista para saber si llegó al lugar o si su asesino la encontró antes o después de esa reunión. Desde entonces, ella no volvió a comunicarse con sus allegados.
La autopsia permitió determinar que murió entre las 8 y las 12 de anteayer. También que tenía algunos golpes en el cuerpo y la cabeza. Podrían haber sido producidos por el criminal para someterla o, tal vez, cuando bajó o arrojó el cadáver desde un auto. Lo seguro es que tanto el homicidio como el abandono de la víctima se produjeron durante el día.
En esa misma zona hallaron otras cuatro mujeres asesinadas entre el 11 de septiembre de 2000 y el 24 de enero de 2001. La primera fue Marlene Michiensi, de 16 años. Apareció violada y estrangulada con su bufanda a mil metros de donde encontraron a Filosi. "Es el caso que más se parece a este último", admitió un investigador.
Cuatro días después, en la misma zona, dejaron el cadáver de Débora San Martín, también de 16 años. La mataron por asfixia y no se pudo probar si fue violada. La siguiente víctima fue Mariana Vázquez. Tenía 17 años y su padre la encontró muerta, aparentemente asfixiada con una almohada, en la casa que habitaba en el límite sur del 601. El último homicidio fue el 24 de enero de 2001. A María Renovell, de 33 años, la hallaron estrangulada y con signos de violencia sexual en una calle del barrio Alto Camet. Un monedero le llenaba la boca.