Fallo judicial: impiden a una mujer implantarse los embriones que había congelado junto a su expareja
Los habían criopreservado para luego realizar un tratamiento de fertilización; al divorciarse, él no autorizó que ella pudiera iniciar el proceso para lograr su maternidad
Una mujer que había congelado embriones junto a su marido con el fin de realizar un tratamiento de fertilización asistida en conjunto, ahora recibió un rechazo de la Justicia para llevar adelante su proyecto de maternidad porque, como se separó de su pareja, no pudo avanzar con la transferencia sin que él diera su consentimiento.
Un fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Civil hizo lugar a la negativa de un hombre de tener un hijo con su exmujer vía técnicas de reproducción asistida. La pareja estaba separada pero, previamente, habían congelado embriones. La Justicia desestimó el pedido formulado por la mujer de implantarse los embriones crioconservados sin consentimiento de su exmarido y ahora el caso podría ir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
“El caso es interesante y ratifica la vigencia de la voluntad procreacional como fuente de filiación”, explicó Carlos Massolo, asesor legal de Procrearte, una red de medicina reproductiva:
Massolo recordó que. unos años atrás. una mujer emplazó a su exmarido a que la autorizara a transferirse los embriones que tenían criopreservados. El hombre se opuso y la mujer reclamó a la Justicia obteniendo la autorización de la Cámara de Apelaciones para dicha transferencia.
“Ese fallo generó mucha polémica, pues se forzaba al hombre a ser padre sin su voluntad. Años más tarde, la misma Sala Civil que intervino en el caso mencionado asumió una postura diferente en este fallo que, además, también hace hincapié en lo acordado en los consentimientos informados. Resultó trascendente su contenido para definir la cuestión porque, más allá de lo que dice el Código Civil, la pareja había pactado que en caso de separación igualmente se iba a requerir el consentimiento del otro para una implantación”, señala Massolo.
El especialista estimó que, si bien la sentencia fue dictada por la Cámara y podría ser apelada ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cree que las posibilidades de que la Corte “se aparte de la ley y convalide el deseo personal, unilateral y opuesto a la ley de la reclamante” es prácticamente nulo.
“Una sola cuestión me alarma: pese a que la Defensoría General de la Nación ha asumido una postura contraria al patrocinio estatal de los embriones, muchos defensores de menores se empeñan en intervenir en defensa de embriones, como si fueran niños o personas. En este caso, el defensor interviniente adoptó dicha postura, pero se rechazaron sus planteos”, concluyó Massolo.