Fue jefe de la custodia de Duhalde y Ruckauf
Al comisario general Roberto Giacomino le tocó hacerse cargo de la jefatura de la Policía Federal en un momento en el que la fuerza fue duramente cuestionada por la represión policial durante los incidentes ocurridos en la Plaza de Mayo y en las calles cercanas en las que murieron siete manifestantes.
También fue el año en el que más efectivos murieron: 55. Desde 1976, en la época de la guerrilla, que la Policía Federal no sufría tantas bajas.
"El aumento de la violencia en los delitos y el desprecio por la vida que tienen los delincuentes provocó que creciera la cantidad de efectivos asesinados por los delincuentes", dijo Giacomino.
Si bien dijo que no tenían información sobre nuevos focos de conflicto que derivarán en incidentes como los de la Plaza de Mayo, por la tarde, un par de horas después de terminar la entrevista con LA NACION, en la estación Once del ferrocarril Sarmiento los pasajeros destruyeron negocios y quemaron vagones.
Por la noche, los vecinos de Barrio Norte y Belgrano volvieron a realizar cacerolazos para mostrar su descontento por la situación social y las restricciones bancarias.
Tal el panorama que debe enfrentar el nuevo jefe de la Policía Federal, egresado del Colegio Marianista de Primera Junta, que ingresó en la fuerza en 1968 y no en 1965, como se publicó en la edición de ayer.
Giacomino es casado, tiene una hija de 22 años y un hijo, de 27, es vecino del barrio de Mataderos y socio vitalicio del Club Atlético Nueva Chicago.
Fue el responsable de la seguridad de los vicepresidentes Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf, quienes tienen influencias en el nuevo gobierno justicialista.