Fueron entregadas las pruebas
Finalmente, las pruebas aparecieron y las evidencias de irregularidades por parte de Edesur, también. La jueza federal María Servini de Cubría recibió ayer de parte de la empresa de distribución de energía los cables incendiados de la subestación Azopardo, donde se produjo el desperfecto que ocasionó el gran apagón en Buenos Aires.
Lacrados y sellados, con un acta labrada ante escribano público, los conectores fueron trasladados a la sede de la Gendarmería Nacional, donde se realizarán los peritajes, si es que existe allí la tecnología necesaria, dijo a La Nación la magistrada.
De todos modos, los expertos de la Universidad de la Plata, convocados por el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), ya comprobaron algunas irregularidades en la subestación de Edesur donde ocurrió el hecho:
- Los extinguidores de incendio automáticos y las señales de alarma no funcionaron o no existieron. Prueba de ello es que el fuego tuvo que ser apagado por bomberos que arrojaron unos 30.000 litros de agua.
- Si bien la subestación es automática, no se encontraba en el lugar ninguna persona de vigilancia, sobre todo teniendo en cuenta que la obra estaba en etapa de ejecución.
- Al atardecer del domingo 14 de febrero, poco antes de las 20, se realizaron pruebas energizando los cables, que luego se incendiarían. Se efectuaron con 170 kW durante 15 minutos. Pero las normas aconsejan que al tratarse de cables nuevos en empalmes, deben realizarse a 305 kW y cuando se conecte un tendido viejo con uno nuevo, a 230 kW, durante 7 minutos y medio. "Las pruebas se hicieron en menos tiempo y con menor voltaje que el aconsejado", dijo.
En tanto, su colega en lo correccional María Garrigós de Rebori, que investiga a Edesur por estrago, ya recibió el requerimiento fiscal para que impulse la acción. A su vez, el juez en lo Contencioso Administrativo federal, Guillermo Rossi, intimó a Edesur para que informe en 24 horas acerca de cuándo volverá la energía.
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