Geriátricos porteños: uno de cada cuatro adultos mayores no quiso vacunarse contra el coronavirus
De los 17.000 que residen en esas instituciones, solo 12.867 recibieron al menos una dosis de las vacunas contra la Covid-19
La campaña de vacunación en geriátricos y centros de larga estadía de adultos mayores en la ciudad de Buenos Aires avanza a gran velocidad y abarca a más del 95% de los lugares, que alojan cerca de 17.000 personas consideradas grupos de riesgo frente al coronavirus Covid-19. Sin embargo, casi un 25% de los residentes decidió no vacunarse contra el SARS-CoV-2.
“Me sorprende el número. Porque cuando hablamos con las asociaciones de geriatría nos decían que con la vacuna antigripal solamente un dos o tres por ciento no se la quería aplicar. Por eso, habíamos pensado en un 90% de adhesión”, dijo a LA NACION Paula Zingoni, directora general de Planificación Operativa del Ministerio de Salud porteño.
Según detalló la funcionaria, ya se vacunaron personas de 491 de los 498 geriátricos que hay en la ciudad, entre públicos y privados. También en las 21 instituciones de residencia permanente de adultos mayores, como son las casas de retiros de sacerdotes o monjas. “Por definición y reglamentación no son geriátricos, pero sí son lugares donde viven mayores y se comportaron con los mismos protocolos que los geriátricos durante la pandemia. Por eso los incluimos en ese recuento. Es decir, se vacunó a personas en 512 establecimientos sobre 519″, dijo Zingoni, y agregó: “En los siete geriátricos que faltan no se vacunó porque había casos positivos al momento de ir a vacunar”.
“Nosotros habíamos pensado la adherencia en un 90%. Pero el terreno nos mostró que fue menor. Que cuando íbamos habían cambiado de decisión y directamente no se querían vacunar y, en algunos casos, habían fallecido. También estaban los que querían vacunarse con una vacuna específica y si íbamos con otra no aceptaban vacunarse. La realidad nos mostró otra cosa”, detalló la funcionaria porteña, y recordó: “Como la vacunación no es obligatoria, nos pasó esta situación en varios lugares”.
Según Zingoni, en enero comenzaron a trabajar el tema con geriátricos: “Les contábamos que iban a venir las vacunas. Que, seguramente, iban a aprobar la Sputnik V para que se la pueden aplicar a ellos también. Entonces, después de esas charlas, desde los geriátricos e instituciones nos mandaban una nómina con los residentes que prestaban su voluntad”.
“En esas nóminas estábamos cerca del 80% de adherencia. Cuando fuimos al territorio es que nos encontramos con diversos casos”, explicó Zingoni, y detalló: “De los casi 17.000 que ya fuimos, hay vacunados 12.865. Yo creo que la adherencia será esa, finalmente. Puede suceder después que aparezcan personas a las que no pudimos vacunar por algún motivo cuando fuimos, y a esos lugares se volverá. No es un número cerrado, pero no creo que la adherencia sea mayor al 75%”.
La barrera de la institucionalización y las familias
“La realidad es que muchas de estas personas no pueden prestar voluntad propia. Aproximadamente, un 70% tiene algún grado de dependencia. También, creo yo, que ante la incertidumbre algunos administradores de geriátricos sí o sí quieren consultar a las familias más allá de lo que el adulto mayor diga”, analizó la funcionaria del área de salud.
Zingoni luego recordó: “Con las familias pasa lo que pasa a todo el mundo, siguen las noticias en los medios y ven que personas fallecieron por una trombosis después de la vacuna de AstraZeneca, entonces no quieren que se les aplique esa vacuna, o leen algo en contra de la Sputnik V y dicen lo mismo”.
“Al principio nos sucedía que nos decían de los geriátricos que si la vacuna era la Sputnik V nadie ahí se iba a vacunar. Creo que vacunamos a todos los geriátricos que decían eso, pero con Sinopharm, que es la que teníamos en ese momento. No sé qué habría pasado si teníamos la Sputnik V finalmente”, recordó la directora general de Planificación Operativa, y agregó: “Son interpretaciones que nos surgieron de los datos, no se hizo una encuesta. Lo que sí podemos decir es que un poco más del 70% adhirió voluntariamente a la vacunación”.
Ante la consulta de si con ese número se podría lograr lo que se llama “inmunidad de rebaño”, respondió: “Hay que ser cuidadoso con la utilización de ese término, porque la vacuna no evita que una persona se contagie. Lo que protege y disminuye son las complicaciones y formas graves de la enfermedad que derivan en internaciones en terapia intensiva o la muerte”.
“En estos lugares, donde es casi imposible sostener el distanciamiento de las personas por la infraestructura, la aplicación de la vacuna es fundamental. Lo que va a suceder es que no deberíamos salir corriendo con las derivaciones como sucedió el año pasado”, analizó.
Más del 70% del personal de los geriátricos ya fue vacunado
Según los datos del gobierno porteño, quedan unos 2000 trabajadores de las residencias sin vacunar. “Ellos se vacunan en la posta de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa) en la calle Venezuela. En las residencias solo a los alojados. Hay unos 7000 trabajadores con la primera dosis sobre un total de poco menos de 10.000″.
En tanto, sobre el avance de la pandemia en los geriátricos, según los datos oficiales de la ciudad, hasta ayer se realizaron 41.239 hisopados. 5957 residentes contrajeron el virus SARS-CoV-2. De ese total, ya se recuperaron 4675; 160 aún transitan la enfermedad y 1122 murieron. Este último número significa que cerca del 7% del total de los residentes en geriátricos murió durante la pandemia, que ya lleva 401 días en el país.
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