Habló la hermana del hombre al que su esposa intentó matar para quedarse con sus bienes
Héctor Eduardo Ramírez, de 44 años, ingresó apenas con signos vitales al hospital de Quilmes. Su flamante esposa, Leónor Báez -se habían casado 20 días antes-, aseguró a los presentes que su marido había intentado suicidarse. Eso ocurrió la mañana del 6 de marzo. Pero cinco días después, el presunto suicidado se despertó y contó que en realidad había sido su propia mujer, junto con un cómplice, quienes habían intentado asesinarlo para quedarse con sus bienes.
El falso suicidio ocurrió en San Francisco Solano, partido de Quilmes, y fue cometido en una de las gomerías que tiene Ramírez en la zona. Allí, Leonor Elizabeth Báez e Higinio Morales Ocampo -cómplice y expareja de la mujer- golpearon al hombre, le pusieron un cable en la cabeza y lo colgaron. Cuando la mujer salió gritando que su esposo se había suicidado, no sospecaba lo que sucedió después: que el hombre aún estaba con vida y que saldría del coma para acusarla.
Pero todo no había terminado allí. Según los testimonios de la hermana de Ramírez, Leonor Báez tenía intenciones todo el tiempo de quedarse en el hospital a solas con su marido. "Ella inició algo que evidentemente quería terminar", señaló Graciela, en referencia a que la mujer tenía intenciones de asesinar a su esposo.
"Esta mujer se había presentado el primer día para estar con mi hermano sola y había discutido con mi sobrino -hijo de la víctima- que no quería dejarlo con ella. Ella fue a hablar con una enfermera para que la pueda dejar a solas con su esposo, pero mi sobrino se negó, porque en definitiva era su hijo", señaló Graciela esta tarde en diálogo con la señal TN.
En su declaración televisiva, la hermana de la víctima señaló que en ese momento su hermano estaba en el shock room del hospital con asistencia respiratoria, y que de ese modo era "muy fácil" ingresar y acabar con su vida.
Más tarde, Graciela, que ocultaba su cara por seguridad, relató que fueron al juzgado a pedir las restricciones de las visitas de Báez a su esposo, ya que "ellos estaban casados y nosotros, sus familiares, estábamos atados de pies y manos", y que cuando llegaron, "esta mujer estaba ahí, y me escupió". Entonces Graciela contó que se armó una especie de batahola y que terminaron todos llevados en patrulleros.
Ante la consulta del porqué ellas sospechaban, antes de saber la verdadera historia, que Báez no debería quedarse a solas con Ramírez, Graciela contestó: "Teníamos la sospecha de que algo raro había. Conocíamos a mi hermano y sabíamos que era imposible que él hiciera algo semejante".
Además, la mujer contó otro incidente desagradable que les encendió las alarmas sobre las características de la flamante esposa de su hermano: "Ella ya había tenido un incidente particular porque una vez la había querido ahorcar a mi sobrina, la hija de mi hermano. Se ve que tiene por costumbre ahorcarte, o hacerte esas cosas".
Graciela añadió que la mayor parte de la familia de su hermano no conocían a Báez. "Nosotros ni sabíamos lo del casamiento. Nos enteramos todo junto ahora. Y lo que pasamos en el hospital no tiene nombre. Esa mujer es un monstruo", concluyó.