Habrá que reinventar la medición del rating
Los basamentos del rating de televisión están hechos bajo la premisa de que existe un televisor por hogar y que toda la familia se reúne frente a él. Hoy tenemos 2,5 televisores por hogar y los canales son hipersegmentados, si bien siguen teniendo vigencia los que cubren un amplio arco de la audiencia.
En este contexto, cuando medimos el rating, ¿qué estamos midiendo en realidad? La TV ya no compite contra sí misma, sino contra otros dispositivos, segundas pantallas, la misma TV no lineal (o sea ver los programas grabados y en horario distinto del de su emisión). El zapping es casi inofensivo al lado de la voracidad de consumo de contenidos que busca la gente. Es anacrónico pensar en TV paga versus TV abierta. Es TV y punto.
La realidad es que los jóvenes ven cada vez menos televisión y que en los países más desarrollados ya comenzó una leve caída de las suscripciones a la TV Paga. Sin embargo, se consumen más contenidos de manera online o a demanda. Y esto no es una tendencia, es una disrupción violenta, rápida y que requerirá de no más de cinco a siete años para consolidarse. En 2020 ya no discutiremos esto.
No se debe descartar nada. El gran maestro Alvin Toffler en su histórico libro La t ercera ola predijo dos hechos disruptivos que ocurrirían poco después: la caída del Muro de Berlín y la llegada de Internet. ¿Es acaso Toffler un falso profeta? No. Sencillamente todos estos acontecimientos son los que el estudioso Taleb llamaría hechos de ocurrencia altamente improbable en su libro El cisne negro . La a ldea global, de Marshal McLuhan, era una entelequia figurativa para los años 50 y 60, cuando aún no existían los celulares y la TV paga.
Sin embargo, shifts happen . Esta misma semana, ante la muerte de Hugo Chávez, las declaraciones de grandes líderes del mundo fueron vía sus cuentas de Twitter. Ya no son comunicados oficiales o salidas al aire por radio o televisión. 140 caracteres y ya.
Es verdad que estamos en una América latina compleja, diversa, profunda, dispar en riqueza. Un continente que tiene poco ahorro interno con altos niveles de consumo en comparación a su PBI. Y ese consumo se deriva primariamente a necesidades básicas, salud y educación; el sobrante va a entretenimiento. Cumplimos perfectamente las leyes de Maslow. Si hay una razón por la que quisiera volver a tener 25 o 30 años es porque quienes tienen esa edad ahora experimentaron dos décadas vibrantes y llenas de oportunidades de crecimiento: la gente quiere seguir divirtiéndose, llorando y emocionándose con contenidos. Y habrá necesidad de crear nuevas métricas y tirar por la ventana a las que nos acompañan desde los años 70. Habrá que reinventar el rating.
Somos actores de hechos transformadores de las comunicaciones. Un cambio que recién comienza y que nunca se detendrá. El social media TV show recién comienza. Tome asiento.
Horacio Genari
lanacionarMás leídas de Sociedad
Sorpresas en San Isidro. Cuál es el marsupial protegido por una ordenanza municipal que deambula por las medianeras, hurga en la basura y come la comida de los perros
Culebrilla. Ya está disponible en el país la vacuna contra la afección que resurgió durante la pandemia
Caminan más y duermen menos. Un nuevo estudio evaluó nexos entre el café y la salud cardiaca